Llegan a Europa los gasoductos de hidrógeno

Las infraestructuras de hidrógeno están comenzando a desarrollarse para alcanzar la neutralidad de carbono. Sin embargo, cambiar las infraestructuras de petróleo y gas por las de hidrógeno no siempre es factible. El hidrógeno tiene una alta densidad de energía por peso, pero una baja densidad de energía por volumen. Por lo tanto, las tuberías de hidrógeno se ven como una opción más viable en trayectos cortos que los barcos.

A nivel mundial, Europa se encuentra en la vanguardia de los esfuerzos para producir e importar hidrógeno verde, y actualmente está centrada en la construcción de la infraestructura necesaria para llevar a los centros de demanda.

Actualmente, ya existen más de 4.300 kilómetros de infraestructuras de transporte de hidrógeno en todo el mundo, con más del 90% ubicado en Europa y Norteamérica. Se estima que hay alrededor de 91 proyectos de gasoductos de hidrógeno planificados en todo el mundo, con una longitud total de aproximadamente 30.300 kilómetros, y se espera que entren en funcionamiento alrededor de 2035.

Reusar los conductos del gas natural

El transporte de hidrógeno a través de gasoductos es una parte fundamental de la distribución terrestre del hidrógeno y sus derivados. Actualmente, las tuberías de hidrógeno se utilizan para suministro de centros industriales, como en plantas petroquímicas.

En cuanto a la reutilización de las redes de gas natural existentes para el transporte de hidrógeno puede ser una opción más rentable en comparación con la construcción de nuevos gasoductos dedicados exclusivamente para el hidrógeno. Los estudios pertinentes han mostrado que la reutilización de gasoductos de gas natural para el transporte de hidrógeno puede ser más económica que la construcción de nuevas infraestructuras. Esto se debe a que los gasoductos de gas natural ya existentes suelen tener una infraestructura establecida, incluyendo derechos de vía, permisos y sistemas de gestión operativa, lo que reduce los costos asociados con la construcción de nuevos gasoductos exclusivos para el hidrógeno.

No obstante el querer reusar los gasoductos de gas natural plantea desafíos técnicos relacionados con la fragilización por hidrógeno del acero y la soldadura, la permeación por hidrógeno y las fugas. La capacidad del hidrógeno para disociarse en las superficies metálicas, disolverse en la red metálica y cambiar la respuesta mecánica del metal puede provocar estos fallos.

Por su parte ya se están estudiando soluciones como el uso de revestimientos, manguitos y revestimiento. Sin embargo, hasta la fecha, estas soluciones no se han probado a escala comercial en tuberías de transporte de hidrógeno.

Bruselas en el mercado de hidrógeno

Los ministros de Energía de la Unión Europea han llegado a un consenso para promover el mercado de hidrógeno ‘bajo en carbono’, incluyendo aquel producido a partir de energía nuclear, con el fin de facilitar la integración de gases renovables y de emisiones bajas de carbono en el mercado del gas de la UE.

España, Alemania, Austria, Dinamarca, Irlanda, Luxemburgo y Portugal señalan que incluir combustibles ‘bajos en carbono’ en esta categoría reduciría la ambición climática. Aún se requiere el acuerdo del Parlamento Europeo para esta legislación, que busca crear una transición del sector del gas natural hacia las renovables para llegar al acuerdo de neutralidad climática de la UE en 2050.