El uso de paneles fotovoltaicos se popularizó como remedio eficiente para promover el autoconsumo energético especialmente en las viviendas. Pero ha pasado el tiempo y afortunadamente no es el único elemento capaz de proporcionar tal fin. Este noble elemento que tanto nos aportó tanto en las décadas pasadas está llegando a su fin dejando paso a los elementos de energía solar fotovoltaica integrada en edificios (BIPV, por sus singlas en inglés). Con una durabilidad y resistencia superiores, y su capacidad de adaptación a las construcciones, los elementos BIPV resultan mucho más prácticos y son muy sencillos de mantener, ya que finalmente forman parte de la estructura en forma de ventanas, tejas y otros elementos.
Precisamente las tejas solares, están siendo producto de continuas innovaciones. Y es que si un elemento promete a la hora de asegurar el autoconsumo de por vida a un bajo costo de mantenimiento es este. Unas consisten en una serie de azulejos o tejas que integran un pequeño panel solar. La instalación pasa por debajo del tejado evitando cualquier riesgo. Lo interesante de estos sistemas es que pueden generar la energía suficiente para abastecer la demanda de una casa y la instalación no lleva más complicaciones que las de las tejas tradicionales. Pero la verdad es que hay para todos los gustos. Otro tipo de tejas solares, se adaptan más al concepto moderno de vivienda y son ideales para tejados más planos.
Otro elemento a destacar es su diseño vanguardista. La estética de los tejados con tejas solares no solo no resulta perjudicada, sino que mejora su imagen y le da un aspecto más moderno e innovador a la construcción mientras se genera energía. Algunas de ellas ya cuentan con un rendimiento mayor que muchos paneles solares y es por ello que éstos últimos empiezan a quedarse obsoletos. Completando el sistema de autoconsumo, la energía se puede almacenar en baterías de Litio ferrofosfato (LiFePO4) con gran seguridad y vida útil prolongada, contribuyendo al ahorro energético del hogar e incluso vendiendo a la red convencional el excedente.
Además, si una de ellas sufre una avería, se pueden cambiar de forma individual por un costo más reducido a los de las celdas solares convencionales. Basta con sustituir la pieza y el resto del sistema sigue funcionando con normalidad.
Pero dentro de este tipo de sistemas como en todo, podemos encontrar una amplia gama de productos para satisfacer esta demanda. A la hora de instalar este tipo de celdas solares, hay que tener en cuenta su nivel de eficiencia en cuestiones de conversión y generación, la vida útil que ofrecen, el tiempo de garantía del fabricante y por supuesto, los materiales. El telururo de cadmio (CdTe) ofrece una mayor calidad y es más respetuoso con el medio ambiente que el silicio y otros sistemas que están quedando anticuados por la llegada de estos materiales más innovadores.
Las tejas solares forman parte del futuro y la innovación dentro del ámbito del autoconsumo. La integración de estos sistemas a las construcciones es cada vez más común, y es la tendencia predominante en cuestiones de arquitectura y energía solar.
