¿Cómo podemos usar el hidrógeno verde?

La transición energética es un hecho marcado en las agendas globales para acceder a un entorno más amigable con el medio ambiente. A partir de este cambio hacia fuentes de energía renovable como la solar, eólica o hidroeléctrica; que a través de ellas podemos producir de hidrógeno verde. Su elaboración se basa en la electrólisis del agua, un proceso que separa hidrógeno y oxígeno utilizando la electricidad proveniente de energía sostenible.

El hidrógeno verde es una forma limpia de energía pues no genera emisiones de efecto invernadero y reduce el impacto ambiental. Su uso se puede aplicar a una gran variedad de sectores, sobre todo en los de muy difícil descarbonización desde el transporte, la generación de energía y la producción industrial intensivos. Añadir que este tipo de recurso tiene la ventaja de que permite aprovechar y almacenar la energía generada con fuentes renovables.

En España, existen diferentes iniciativas para contribuir a la descarbonización de la economía como es Engie. Se debe destacar su participación «Proyecto del Hidrógeno Verde», que consiste en la construcción de una planta piloto que transformará el biogás generado en una planta de tratamiento de residuos orgánicos del Complejo Medioambiental de Zubieta, ubicado en Guipúzcoa, en hidrógeno. Su finalidad será la movilidad, es decir, será utilizado en el transporte interurbano como para los vehículos encargados de la recogida de residuos.

Enagás Renovable y Repsol se han unido junto Engie para desarrollar un proyecto de hidrógeno verde en el Valle de Escombreras, Murcia. Se pretende desarrollar un electrolizador con una capacidad de 100 MW para producir hidrógeno verde, porque el objetivo principal es contribuir a la descarbonización de las industrias de esa área. La unión de este consorcio también busca la utilización en las fábricas como en la red de gas natural de hidrógeno y seguir contribuyendo a reducir los gases de efecto invernadero.

Las legislaciones europeas como las nacionales tienen un objetivo común: la transición energética. España es un país que cuenta con un gran potencial de energías renovables y la opción del hidrógeno verde se considera un camino prometedor para garantizar un mundo mejor. Por ese motivo, es necesario que los marcos regulatorios se adapten a la evolución de la tecnología en este campo.