Un cambio en el mercado gracias al aumento del autoconsumo

En los últimos cinco años hubo un aumento considerable en la instalación de paneles solares para el autoconsumo, lo cual provocó un cambio de escenario en el mercado eléctrico. Las estadísticas muestran que el número de placas fotovoltaicas se ha multiplicado por 30 y respecto al año pasado este crecimiento ha elevado la capacidad instalada en los tejados a 5.249 MW. No obstante, se espera que se agreguen otros 3.000 MW, porque las empresas instaladoras están recibiendo una gran cantidad de solicitudes y pueden instalar hasta 10 placas solares en un solo día.

Diferentes expertos en la materia afirman que, debido a la creciente escalada en los precios de la energía y el incentivo de las ayudas europeas, la respuesta masiva del mercado era previsible. Sin embargo, la disminución de la demanda en la industria y los hogares está sorprendiendo a los grandes operadores. Muchos piensan que este cambio de modelo está llevando a una nueva realidad energética.

Cabe destacar que el ahorro económico que se puede obtener con la instalación de paneles solares fotovoltaicos para autoconsumo varía en función del tipo de consumidor y del tamaño de la instalación. Según la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), en el año 2022 el ahorro promedio para los hogares fue de 338 € por cada kilovatio instalado, mientras que para las empresas fue de alrededor de 280 € por kilovatio. Esto se debe a que los precios de la electricidad son diferentes para cada tipo de consumidor.

En el caso de una instalación típica de 4,6 kW, que actualmente tiene un coste medio de 7.855 € (sin restaurar ayudas), el ahorro anual estimado sería de 1.553 €. Es importante tener en cuenta que el ahorro resultó también del consumo eléctrico y de los precios de la electricidad en cada momento, así como del clima y la orientación de los paneles solares.

Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), España ocupa el primer puesto mundial en reducción del precio de la energía respecto al mismo periodo de 2022.

El futuro del crecimiento energético

La transición hacia un modelo energético más descentralizado, en el que los consumidores producen su propia energía, está llevando a un cambio en el papel que desempeñan las empresas eléctricas. En este nuevo escenario, que actualmente solo cubre el 2 %, las compañías ya no solo proporcionan electricidad, sino que se necesitan en proveedores de servicios energéticos, ofreciendo soluciones personalizadas y adaptadas a las necesidades de cada cliente. Además, el aumento del autoconsumo y la generación distribuida permiten a los consumidores generar excedentes de energía que pueden ser vendidos a la red eléctrica, lo que implica una relación más dinámica y de intercambio con las empresas eléctricas.

También hay que incidir en el modo en que la gente consume energía. El año pasado el precio de la electricidad oscilaba entre los 45 y 50 euros por MWh, pero en otoño de 2021 llegó a superar los 200 euros. Actualmente, se coloca en torno a los 100 euros, pero presenta una curva muy pronunciada a lo largo del día. Durante las horas centrales del día, el precio puede llegar a cero euros o incluso ser negativo, mientras que después del ocaso vuelve a dispararse hasta los 200 euros. Este fenómeno significa que las empresas eléctricas facturan lo mismo pero tienen menos horas de operación para hacerlo a precios elevados.

Los beneficios del autoconsumo están cambiando, especialmente en las instalaciones domésticas. A medida que se instalan más paneles solares en los tejados de casas, industrias o comercios, el precio de la electricidad baja, pero también se reduce el margen de beneficio. Además de contribuir a mitigar el cambio climático, los propietarios de instalaciones solares domésticas reducen sus facturas de energía y, de manera solidaria, al reducir la demanda energética, contribuyen a abaratar la tarifa eléctrica para todos.

El punto clave para avanzar en la transición energética está en el almacenamiento. El Ministerio de Transición Ecológica de España está buscando formas de fomentarlo y desarrollarlo.

La implementación de sistemas de autoconsumo está ayudando a España a cumplir sus objetivos de reducción de emisiones de manera más rápida de lo esperado, lo que está llevando al gobierno a reconsiderar su meta de alcanzar los 9 GW de energía solar fotovoltaica instalada para 2030. Además, este cambio está impulsando al mercado eléctrico español hacia un modelo más colaborativo y sostenible en el que los consumidores tienen un papel más activo y participativo.