El estado español se enfrenta a una grave crisis de sequía y necesita potenciar los recursos hídricos, por ese motivo el Gobierno aprobó un plan de inversión para solventar esta problemática.
Desde la empresa pública Sociedad Estatal de Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed) se va a licitar nuevas plantas desaladoras acopladas a parques solares fotovoltaicos, con un presupuesto de 600 millones de euros. Acuamed establecerá acuerdos para incentivar la inversión en parques fotovoltaicos y fijará un precio máximo de venta de agua desalada.
Las medidas incluyen la construcción de plantas desaladoras alimentadas por plantas solares, el apoyo a la reutilización de aguas urbanas, la reducción de tarifas para las explotaciones agrícolas afectadas y el alivio de la presión sobre los acuíferos que abastecen al Parque Nacional de Doñana.
Otros proyectos
Un grupo de científicos de la Universidad de León y La Laguna han creado un proyecto que calcula los parámetros de una planta híbrida eólica y solar fotovoltaica que soporta una instalación desaladora capaz de abastecer a una población hasta el final de la vida de la planta. Además este estudio se ha podido aplicar en Canarias.
Existen otros modelos como el de Andalucía de economía circular, Agua+S. El objetivo principal es obtener agua desalada del mar a partir de energías renovables generadas por plantas fotovoltaicas flotantes en embalses.
Dos empresas españolas: Abengoa y Ayesa construyeron en Arabia Saudí la planta desaladora más grande del mundo por ósmosis inversa. Este macro plan abastece de agua a más de tres millones de personas. Y en el otro lado del hemisferio, la empresa Acciona suministra electricidad renovable a una plata desalinizadora en la región de Atacama en Chile.