El polvo es uno de los peores enemigos en una instalación fotovoltaica y por ello siempre se han de tener presentes diferentes soluciones para mitigar sus efectos, ya que el rendimiento de las células se ve afectado reflejando sus efectos en la producción final de energía. En el caso de las plantas solares esta reducción de beneficios es todavía más notable ya que es un gasto en costos operacionales que se contempla para disminuir la pérdida de energía.
Existen diferentes técnicas para vislumbrar sus efectos, pero una de las más frecuentes consiste en medir dos módulos de referencia en la misma área (uno limpio y uno sucio) que pueden determinar la frecuencia con la que es necesaria la limpieza de los módulos. Con esta medición se analiza también el decaimiento de la producción pudiendo extrapolar los datos al tamaño total de la instalación.
Así se consigue calcular la cantidad más o menos precisa de polvo que se deposita en las células solares, cuáles son sus efectos, y cada cuanto tiempo es rentable limpiarlas. Es común monitorear diferentes puntos de la instalación para planear una limpieza efectiva en toda el área.
Todavía hoy es un desafío para las empresas que manejan grandes instalaciones fotovoltaicas debido a que, para que no se reporten pérdidas de energía, es necesario encontrar un equilibrio entre cuánta energía se puede perder por el factor del polvo y la frecuencia del gasto operacional por quitarlo. En este sentido analizar las curvas de decaimiento para compararlas con los porcentajes de reducción de pérdidas admisibles en la instalación, es muy útil para determinar los valores asumibles por la misma.
Uno de las primeras mediciones que se hicieron en Chile entre lo años 2012 y 2015 además de analizar el comportamiento de la instalación por la deposición de polvo en los módulos solares permitió estimar también la frecuencia de limpieza y el impacto ambiental de dichas acciones, así como medir el impacto del uso de agua y la cantidad para determinar el impacto ambiental.
Aunque la medición es una de las técnicas más comunes para determinar estos datos fenómenos como el viento, la temperatura a la que se encuentran las celdas o el denominado error de mismatch de los strings interfieren en los resultados de las mediciones y muchas veces complejizan el hecho de interpretar qué parte de la pérdida de energía es por el polvo y qué parte por estos y otros factores.
Para obtener una medición lo más detallada posible es recomendable combinar este método con la comparación de los módulos fotovoltaicos en diferentes lugares de la instalación solar. De esta forma también se puede definir el método más conveniente para la limpieza, ya sea a través de robots, limpiezas automatizadas, tractores con rodillos o nano coating (revestimiento que repele partículas secas y otras como el agua o el aceite). La que sea más adecuada y sostenible para el tamaño de la instalación y sus características específicas.
