Los Diodos Orgánicos Emisores de Luz (Organic Light-Emitting Diode) están compuestos de pequeñas moléculas o polímeros que al recibir una estimulación eléctrica emiten luz por sí mismos. Es decir, se trata de un diodo con una capa electroluminiscente formada por componentes orgánicos (moléculas y polímeros), de ahí su nombre.
Un OLED tiene dos finas capas orgánicas: una capa de emisión y una capa de conducción, que a la vez están comprendidas entre una fina película que hace de terminal ánodo y otra igual que hace de cátodo. En general estas capas están hechas de moléculas o polímeros que conducen la electricidad. Sus niveles de conductividad eléctrica se encuentran entre el nivel de un aislante y el de un conductor, y por ello se los llama semiconductores orgánicos. La elección de los materiales orgánicos y la estructura de las capas determinan las características de funcionamiento del dispositivo: color emitido, tiempo de vida y eficiencia energética.
Por otra parte, la luz es una parte muy importante y necesaria en nuestras vidas y nuestro mundo. La luz influye en nuestro estado de ánimo, incrementa nuestro bienestar y nos permite vivir las experiencias con mayor plenitud. En la actualidad se están desarrollando nuevas fuentes de iluminación, en donde encontramos la tecnología OLED, ya una realidad. El OLED tal como el LED, nos proporciona una iluminación que es energéticamente más eficiente. Al mismo tiempo, abre nuevas puertas excitantes para utilizar, integrar y jugar con la luz, para fines de creación de diseño decorativo. La baja temperatura de los OLED permite que la fuente de iluminación pueda integrarse en muebles e incluso en paredes.
Actualmente, se siguen buscando diferentes aplicaciones para el futuro de los OLED. Se están realizando ensayos para aplicar la tecnología OLED en la industria de la automoción pues, gracias a su delgadez en comparación con la tecnología LED permitiría a los diseñadores de automóviles dotar de más espacio al interior del vehículo o acortar el diseño de los mismos.
