¿Qué características tienen las smartcities frente a las ciudades convencionales? En efecto los núcleos urbanos se construyeron en su mayoría desde las necesidades de expansión en ocasiones pensando en un desarrollo eficiente y en otras, no tanto, como es el caso de las ciudades antiguas europeas o las grandes ciudades latinoamericanas. En este espectro las smartcities apuestan por la remodelación de dichos núcleos además de la construcción de otros nuevos, pensados no solo desde la eficiencia energética (que también es un importante factor), sino desde el aprovechamiento del espacio con el fin de no tener zonas marginadas y lograr que la arquitectura y el diseño estén pensadas para una mejor calidad de vida.
Precisamente en la calidad de vida es donde reside el verdadero sentido de una smartcity. La pandemia del coronavirus lo ha demostrado con creces, ya que el virus se reproduce y se expande con mucha más rapidez en las ciudades. Esto se debe a que la mayoría de las áreas metropolitanas en la actualidad no están pensadas para mantener una distancia de seguridad apropiada o para el aislamiento si se llegara a requerir. Es cierto que nadie podía pensar en una pandemia mundial de estas características pero puede ser un punto de inflexión importante para reconstruir las ciudades y poblaciones en pro de una vida mejor.
Los barrios y colonias más empobrecidos de las grandes metrópolis a menudo concentran grandes cantidades de personas en espacios reducidos. Esto potencia además de la desigualdad, el posible contagio de enfermedades infecciosas con rapidez. Es uno de los puntos que obliga a repensar la forma en la que se construyen y desarrollan las ciudades. Gran parte de la transformación smartcity se ha visto materializada con nuevos senderos para peatones, menos carriles para vehículos motorizados y la sustitución de estos por carriles para bicicletas y vehículos pequeños, de manera que se conserve la distancia de seguridad y se reduzca la contaminación.
Pero la clave para prevenir otra crisis como la del covid-19 es mirar a largo plazo. Gran parte de las enfermedades infecciosas de este tiempo, han sido causa de patógenos de animales domésticos, especialmente para la alimentación, como fue la gripe aviar o porcina. Pero lo que ha provocado que las enfermedades pasen a las personas no es la convivencia con los animales en el entorno rural, sino la mezcla del entorno urbanizado con la agricultura y ganadería. Estos territorios periurbanos son muy comunes en ciudades de rápida expansión, por lo que una buena planificación del terreno y una buena adecuación sanitaria reducirían en mucho la aparición y propagación de enfermedades.
El papel de la modernización de infraestructuras es de vital importancia para esto. Si se sistematizan los sistemas de sanidad con elementos digitales, mediciones en el ambiente, y edificios inteligentes que avisen de problemáticas como la concentración de bacterias o la detección de virus, no solo se acabaría con las áreas marginales, sino que se evitaría la aparición y propagación de multitud de enfermedades. Además, permitiría reducir los niveles de contaminación y se potenciaría la aparición de áreas verdes y espacios abiertos, característica que además da un plus de seguridad en las zonas periféricas porque estarían más transitadas.
Otra medida que ya se está implantando gracias a esta crisis y al pensamiento smartcity, es la telemedicina de bajo costo económico. La mejor defensa en estas situaciones es la prevención, y poner al alcance de los ciudadanos atención sanitaria preventiva podría evitar también una crisis explosiva como la que estamos viviendo.
