La Comisión Europea busca disminuir antes del 2030 los residuos de envases en un 5 % respecto de los niveles del año 2018. De esta manera, todos los productos provenientes de cápsulas de café, artículos de tocador de hoteles y botellas de agua deberán ser eliminados para ahorrar espacio en los vertederos y reducir las emisiones de dióxido de carbono.
A partir de ese ahorro, otros productos tales como los de embalaje deberán ser reciclables y las bolsitas de té o pegatinas para la fruta y verdura tendrán que ser compostables.
A primera vista un 5 % puede parecer un número pequeño, pero desde la Unión Europea consideran que la cantidad de residuos y emisiones correspondientes a ellos aumentan a medida que el comercio electrónico se vuelve indispensable en la sociedad. No obstante, el esfuerzo podría tener efectos colaterales a nivel mundial porque la UE es el único mercado más grande.
Esta nueva normativa tendrá diferentes ramificaciones para según que industrias. En ciertos sectores como el cervecero enfrentarán objetivos para la reutilización de envases. Aunque muchas empresas están aceptando ampliamente las propuestas.
Sin embargo, la Organización Europea para Envases y Medio Ambiente quiere establecer que el mandato debe incluir incentivos para invertir en la infraestructura requerida.
Dentro de la nueva normativa se explica que los países deben proporcionar sistemas para reciclar y que por ello se pueda incentivar al consumidor en el caso de latas y botellas. El objetivo es llegar a una recolección del 90 % y si los Estados Miembros pueden demostrar el logro, podrían quedar exentos de nuevas medidas.