Un nuevo informe sobre las emisiones globales de dióxido de carbono explica que las energías renovables, los vehículos eléctricos, las bombas de calor y la eficiencia consiguieron detener el aumento de estos gases. En medio de la crisis energética han logrado que más de 550 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero se fueran a la atmósfera. Además como se lee en el informe publicado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), las energías renovables han aumentado en un 90 % y, en particular, la energía fotovoltaica y la eólica aumentaron cada una en unos 275 TWh, siendo un nuevo récord anual.
En la Unión Europea se ha notado el factor de la energía renovable en un 2.5 % de menos emisiones de CO2. Sin embargo, las emisiones del sector eléctrico aumentaron en un 3.4 % y el uso del carbón no fue tan elevado como se estimaba. Además, el uso de la energía eólica con la solar fotovoltaica superó al gas y a la energía nuclear.
A pesar de estos resultados en la UE, por contra parte los Estados Unidos sus emisiones aumentaron un 0.8 %; debido a que tuvieron que hacer frente a unas condiciones climatológicas extremas. Por su parte en el continente asiático se vio un aumento del 4.2 % debido al crecimiento económico veloz y, por ende, la demanda de energía.
Combustibles fósiles
En cuanto a los combustibles fósiles, las emisiones del petróleo son las más altas pues crecieron en un 2.5 %. Este aumento se debe al sector de la aviación. Después en posición le sigue el carbón que subió un 1.6 %, es un dato preocupante pues es más alta que la tasa media de crecimiento de la última década. Esto se debe por la sustitución del fas por el carbón en Asia y en Europa, en menor medida. Por último, se observa una disminución procedente del gas natural disminuyó debido a la guerra de Ucrania.
Aún con buenos resultados desde la AIE siguen siendo bastante firmes con la propuesta de seguir reduciendo los gases de efecto invernadero y la necesidad de acelerar la transición hacia energías limpias.
