La industria tecnológica cambia y se modifica por el empuje de la sociedad y por el surgimiento de nuevas necesidades que hay que resolver. Además ya está muy ligada a campos como la medicina, la construcción, los sistemas energéticos o la conectividad (el internet de las cosas) y la comunicación. El desarrollo de las actividades y de la vida de las personas cada vez está más ligado y conectado a la tecnología, por lo que las empresas deben estar atentas a las nuevas tendencias si quieren ser competitivas.
Además del desarrollo social que va cada vez más deprisa, nos encontramos en un momento de emergencia climática que estimula y obliga al campo científico-tecnológico a evolucionar para solventar los problemas ambientales. En base a estos dos factores, se han desarrollado diez retos que vamos a tener que solventar con tecnología próximamente.
1. Descifrar los misterios del cerebro
Arrojar luz sobre este campo y terminar de comprender las áreas del cerebro que todavía resultan un misterio, ayudarían a las personas a progresar en los niveles intelectuales. Si sabemos cómo funciona, sabemos cómo estimularlo, lo que supondría ventajas y nuevos enfoques en el campo de la enseñanza y del desarrollo cognitivo. Además, se potenciaría el estudio y conocimiento de enfermedades mentales comprendiéndolas mejor y pudiendo reducir su impacto en las personas.
2. Tratamiento del Alzheimer
Esta enfermedad es una de las dolencias más estudiadas y sin embargo no se sabe mucho de ella todavía. El desarrollo tecnológico para estudiar nuevos campos del Alzheimer y de enfermedades que afectan al cerebro humano en general, podría ser una de las claves para resolver esta incógnita médica. Es tan desconocido todavía que a en ocasiones se diagnostica como una demencia más.
3. Ganar la batalla universal contra el virus de la gripe
Encontrar un remedio biológico para esta epidemia mejoraría la calidad de vida de las personas de todo el planeta. La gripe es una de las enfermedades que causa más muertes por año por su capacidad de mutación y adaptación, y avanzar en esta dirección desde el campo médico salvaría muchas vidas. Una vacuna universal que sea capaz de eliminar el virus y cualquiera de sus mutaciones (o la mayor cantidad posible) supondría un paso muy importante para el conjunto de la sociedad y para el progreso de la medicina.
4. Concentrar el Co2 y reducir las emisiones
Ya existen mecanismos capaces de almacenar dióxido de carbono para su posterior reutilización en invernaderos y fabricación de algunos productos como dentífricos o polímeros. Aunque es una industria que está arrancando es de las más prometedoras, pues se estima que en los próximos años debemos no solo reducir las emisiones, sino eliminar el equivalente a 200 años de emisiones a la atmósfera si queremos unos indicadores de vida saludables. Empresas como Microsoft ya están invirtiendo en este campo.
En concreto 900 millones de euros es lo que estiman que van a invertir durante los próximos 30 años para la captura y el procesamiento de este elemento. Además aseguran que para tal fecha habrán compensado las emisiones que se han generado por parte de su empresa.
5. Almacenamiento y conservación de las energías renovables
El talón de Aquiles de la implantación definitiva de las renovables como sistemas principales de energía es su almacenaje a escala global. La cantidad estimada de batería que se sería necesaria para este proceso resulta muy costosa e inviable, lo que ha convertido a este factor en uno de los principales a estudiar en el campo energético. De momento las investigaciones van apostando por grandes almacenes en red para acaparar la mayor cantidad de energía posible.
6. Potabilizar el agua de mar
El cambio climático ha aumentado el número de sequías y las predicciones auguran que este evento climatológico va a ir en aumento en los próximos años. Hay lugares donde este fenómeno supone la diferencia entre la vida y la muerte, y el agua dulce conforma un porcentaje muy bajo con respecto a la masa de agua mundial. Aprovechar el agua marina como recurso para consumo humano marcaría la diferencia en todas las partes del mundo. Es cierto que ya existen plantas desalinizadoras, pero su costo sigue siendo muy elevado para normalizar su utilización.
7. Eliminar el plástico del océano
La mancha de plástico del Océano Pacífico tiene aproximadamente el tamaño de Francia. Es una prioridad sacar toda la basura que hay en el mar si queremos establecer unas nuevas pautas de desarrollo sostenible. No podemos avanzar si el principal procurador de oxígeno del planeta está tan sumamente contaminado. La ciencia y la tecnología ya están avanzando en métodos de extracción de plástico del ambiente marino.
8. Predecir los movimientos sísmicos.
La predicción de terremotos se ha posicionado como una de las prioridades en la agenda de progreso tecnológico del siglo XXI. Los terremotos pueden ocasionar también maremotos con consecuencias similares o peores según para qué poblaciones. Su predicción podría ayudar a los servicios de protección civil a prevenir a la población y minimizar los impactos tanto sociales como económicos.
9. Automóviles sin conductor pero seguros
La tecnología de los coches autónomos todavía está en desarrollo y es un futuro un poco menos inmediato, pero estamos hablando de eliminar las muertes en carretera, una de las principales preocupaciones de las sociedades industrializadas. El número de accidentes mortales por esta vía sigue siendo catastrófico a pesar de los avances en seguridad de los nuevos automóviles y eliminar esta lacra va a depender mayoritariamente del desarrollo tecnológico.
Crear sistemas autónomos de conducción nos permitirá viajar más seguros y eliminaría por completo el factor humano, que estadísticamente es el principal motivo de accidente muy por encima de los fallos mecánicos y de las condiciones climatológicas y estado del terreno.
10. Integración de la inteligencia artificial
La inteligencia artificial avanza a pasos agigantados demostrando cada vez más la capacidad de aprendizaje y creación en base a la inteligencia mecánica. Que estas inteligencias sean cada vez más autónomas es uno de los retos del campo científico-tecnológico. Supondría avances como eliminar el error del factor humano en operaciones que requieran una precisión milimétrica, o podrían tomar decisiones para mejorar protocolos de seguridad.
