La contaminación lumínica significa el efecto adverso de luz artificial que provoca reflejos en los cielos nocturnos. Es el resplandor de la luz artificial, ocasionado por el uso inadecuado de lámparas o luminarias y/o excesos de iluminación.
Entre las consecuencias de la contaminación lumínica se encuentra el desperdicio de energía y dinero, contribuir al cambio climático y a la generación de residuos producidos durante la producción de ese exceso de energía, alteración en los ciclos de diversas especies de animales, principalmente de las aves y pérdida de la visibilidad del cielo nocturno.
Hablamos de contaminación lumínica para agrupar todos los efectos adversos que provoca la luz artificial, según la definición de la Comisión Internacional de la Iluminación. La asociación CEL Fosc desarrolla todavía más este concepto al indicar que consiste en “la emisión de flujo luminoso de fuentes artificiales nocturnas en intensidades, direcciones, horarios o rangos espectrales innecesarios para la realización de las actividades previstas en la zona en que se han instalado las luminarias”.
Efectos de la contaminación lumínica
Existe una creciente preocupación en lo que se refiere a la contaminación lumínica. En las ciudades, el exceso de iluminación en edificios y calles solo refleja lo poco eficiente que usamos la iluminación artificial y el desperdicio en el que estamos sumidos. Pero la contaminación lumínica tiene otros efectos negativos en la vida de las ciudades y sobre todo de las personas:
- Incremento de las cuentas de consumo de electricidad de los Municipios, que pagan los ciudadanos con sus impuestos. El costo de la energía perdida asciende a millones de dólares anuales.
- Aumento en la generación de energía por las centrales hidroeléctricas y térmicas del país, lo que implica una mayor emisión de CO2 (dióxido de carbono) a la atmósfera aumentando el problema del calentamiento global del planeta.
- Efecto sobre el ritmo biológico de las personas. Los ritmos circadianos (de vigilia y de sueno) son los más afectados por la exposición a la luz, transtornos de la personalidad, insomnio, depresión y estress se incrementan por un uso inadecuado de iluminación.
- Influencia sobre los ciclos de vida de la fauna y flora, lo que contribuye a un desajuste del equilibrio del ecosistema. En base a diferentes estudios científicos, los principales afectados son las plantas y aves, aunque las consecuencias son de difícil evaluación.
Soluciones para la contaminación lumínica
Las soluciones que existen hoy en día para este problema son bastante amplias y, hasta cierto punto, sencillas de llevar a cabo. Sin embargo, para ello hace falta voluntad por parte de las instituciones y concienciación social para que la ciudadanía sea consciente de este problema y de los importantes efectos que tiene tanto en la salud humana como en los diferentes ecosistemas a los que afecta:
- Instalar tecnología LED . No hay ninguna duda de que la tecnología led contribuye de gran manera a una mayor eficiencia a nivel energético de manera que es necesaria mucha menos energía para obtener luz artificial.
- Sistemas de control inteligente. Gracias a estos sistemas se puede ajustar la luz a cada una de las demandas específicias y también optimizar el uso de la energía. Por ejemplo, una autopista que tiene poco tránsito entre las 2:00am y 04:30am, puede tener una regulación de la intensidad acorde al tránsito.
- Instalar luces con ULOR lo más bajo posible. El índice ULOR (Upper Light Output Ratio) nos indica la cantidad de luz que es emitida hacia arriba. Cuanto más bajo es este índice menor es la contaminación lumínica, por lo tanto mejor es para el ecosistema. Un índice de 0 es lo ideal e indica que no produce ninguna contaminación de este tipo.
- Orientar bien los puntos de iluminación. Uno de los problemas principales por los que surge la contaminación lumínica es que las farolas y demás puntos de iluminación no están bien orientadas. Un punto de luz bien orientado es aquel que dirige la luz únicamente a la superficie que se quiere iluminar (generalmente el suelo), sin que ello permita que una parte de la luz generada se disipe en otras direcciones y, muy especialmente, en dirección vertical hacia el cielo.
- Uso de temperaturas de color más cálidas. Tal como recomienda la AMA (American Medical Association) es conveniente usar temperaturas de color lo más cálidas posible. De esta manera la proporción de luz azul que entra en la retina de los ciudadanos se reduce así como el efecto sobre los ritmos circadianos. En relación al efecto sobre el ecosistema de la luz vertical, a valores constantes de flujo luminoso, los índices de contaminación lumínica decrece conforme la luz es más cálida. La recomendación de la asociación es usar valores de 4000K o menores.
Desde NextCity Labs creemos que es muy importante que sean las autoridades púbicas las que regulen estos valores a través de las normativas, y sobre todo que sean los pliegos de las licitaciones los que obliguen o incentiven el uso de luminarias con bajo nivel ULOR y también de temperaturas de color acordes con las recomendaciones del mundo científico.
