La Agencia Internacional de Energía (IEA) detalló en un reciente informe que la inversión en tecnologías de energías renovables aumentó frente al gasto en combustibles fósiles. Este fenómeno se atribuye a varios factores entre los que se destacan las preocupaciones por la seguridad y crisis energética.
Según el informe para este año 2023 se estima que la inversión global en el sector energético alcance más de 2,8 mil millones de dólares. De ese monto, alrededor de 1,7 mil millones se destinarán a energías renovables, vehículos eléctricos, energía nuclear, redes de energía, almacenamiento, combustibles de emisiones bajas, mejores en eficiencia y bombas de calor. El resto se reserva a proyectos relacionados con carbón, gas y petróleo, alcanzando niveles del año 2019.
Cabe destacar que la inversión anual en energía limpia entre los años 2021 y 2023 aumentó un 24 % gracias a las energías renovables y los vehículos eléctricos. Por contraparte la inversión en combustibles fósiles solo creció un 15 %.
El motivo se debe a que la mayoría de las inversiones proviene de compañías petroleras nacionales de Oriente Medio. Aunque se hayan obtenido ganancias debido a los altos precios del combustible, gran parte de los ingresos se han destinado a dividendos, recompra de acciones y pago de deudas, en vez de reinvertirse en la expansión de la producción tradicional. Sin embargo, el aumento en la inversión en combustibles fósiles implica que la producción de estos recursos canceló a más del doble de los niveles necesarios para cumplir con las metas establecidas para 2030.
Energía solar clave
En el informe de la IEA se espera que a través de la energía solar, las tecnologías eléctricas de bajas emisiones representen el 90 % de la inversión. Además ya se está visualizando esos cambios en las compras de los consumidores, donde existe un aumento de ventas del 15 % en bombas de calor respecto a 2021. Asimismo se espera que las ventas de vehículos eléctricos aumenten en un 33 % para este año. Estas tendencias indican un creciente interés y adopción de tecnologías limpias en el sector energético y el transporte, promoviendo una mayor eficiencia y reducción de emisiones.
El crecimiento de las inversiones en energías renovables se debe a varios factores clave. En primer lugar, el contexto de crecimiento económico y la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles han impulsado el interés en alternativas más estables y sostenibles. Además, las sospechas sobre la seguridad energética han llevado a un mayor enfoque en fuentes de energía más limpias y autónomas.
Además, el aumento del apoyo político ha sido un factor determinante. Acciones significativas, como la Ley de Reducción de la Inflación de los Estados Unidos y las iniciativas adoptadas en Europa, Japón, China y otros lugares, han brindado un marco favorable para el desarrollo de energías renovables. Este respaldo político ha impulsado la inversión y ha fomentado el crecimiento de las energías limpias a nivel global.
