Si bien hasta ahora las economías más fuertes eran las que dominaban los recursos de los combustibles fósiles, en los próximos diez años, según la revista Forbes y el World Economic Forum, será todo lo contrario. Quien sea capaz de innovar, emprender y estandarizar los elementos para explotar las energías renovables, es quién va a marcar el ritmo de la economía mundial.
Según estas fuentes China es de momento el país que apunta más alto en esta 4ª revolución industrial. Se estima que dentro de 10 años se equipare o supere a Estados Unidos en Inteligencia Artificial, convirtiéndose en una importante potencia económica, si no en la principal. El modelo económico en el que nos estamos sumergiendo, es sin duda un modelo de economía circular orientado a reducir el gasto de recursos naturales así como la generación de desechos, facilitando el cierre de los flujos económicos y ecológicos de los recursos.
Estos diez años estarán marcados por nuevas tendencias en el ámbito de la tecnología, la el medioambiente, la geopolìtica y la economía. Son los marcadores a través de los cuales se va a ir definiendo el futuro cercano.
A diferencia de otros cambios sociales pasados, lo que caracteriza a nuestro tiempo es la rapidez y la inmediatez con la que está sucediendo todo. Poner soluciones al cambio climático, reducir las emisiones, controlar los residuos o la implantación de energías renovables se está haciendo en tiempo récord y a base de saltos tecnológicos que van sucediendo con la misma rapidez. Estamos en una carrera contrarreloj en favor de la sostenibilidad y experimentando avances tecnológicos todos los días.
Pero, ¿Están las empresas preparadas para este ritmo de vértigo? la mejor manera de adaptarnos a los nuevos tiempos es estar al día en las tendencias y saber hacia dónde van. Ya no se puede hablar de políticas del futuro sin hablar de sostenibilidad, ni se puede hablar de esta sin tener en cuenta la tecnología. Lo mismo pasa con la ciencia o la economía. Estamos inmersos en un momento de cambio de sistemas en todos los aspectos, pues las decisiones de unos países tanto económicas como políticas afectan al resto y cada vez es màs habitual que los gobernantes se sienten a la mesa con las empresas y lleven propuestas innovadoras con base tecnológica, a las cumbres o reuniones sobre el clima o el desarrollo sostenible.
Según la revista Forbes el 2030 va a ser el momento del cambio más disruptivo. El campo de la tecnociencia por ejemplo tiene el reto de resolver la gran aceleración planetaria a la que se refería en recientes estudios el ex director ejecutivo del Instituto de Cambio Climático de la Universidad Nacional de Australia (ANU) Will Steffen. Estragos como la aceleración del cambio climático están dentro de este concepto. Por lo tanto, las empresas tecnológicas deben recurrir a la ciencia y viceversa para ganar esta carrera por la supervivencia.
La sinergia entre campos es lo que asegurará la evolución tecnológica e impulsará verdaderamente proyectos revolucionarios que solventarán los problemas de nuestra sociedad actual. La transición energética es otro de los elementos incluidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Este cambio irremediablemente irá unido a una transformación tecnológica, pues según un informe reciente de la International Renewable Energy Agency, en casi todos los países del mundo hay alguna fuente de energía renovable, lo que proyectará una independencia energética sostenible para todos sin depender de los combustibles fósiles.
Es por eso que NextCity Labs está teniendo un gran impacto en los países donde opera. Sus productos y servicios están relacionados con una mayor eficiencia de la energía y un aprovechamiento integral de los recursos, siempre actuando bajo un umbral de sostenibilidad, para finalmente contribuir a construir el nuevo paradigma acorde a nuestros tiempos.
El calado de esta revolución va a pasar por todos los pilares sociales. Los avances en las infotecnologías unidos al desarrollo biotecnológico nos va a permitir además de vivir más, aumentar nuestras capacidades tanto físicas como cognitivas. El transporte, las comunicaciones o las energías estarán altamente influenciadas por la fusión con la tecnología 5G, la Inteligencia Artificial y el avance de la robótica. Dos de los ámbitos que van más a la alza en cuanto a modelos de negocio se refiere, son la movilidad unida a la conectividad. Las empresas innovadoras en este sector tienen muy buen futuro, ya que la nueva conectografía es otra de las claves para el 2030.
Las personas estarán totalmente conectadas a los recursos como son las carreteras, el control de la energía o los vehículos. Esto evidencia la necesidad de las empresas a buscar socios cooperantes complementarios a sus actividades si lo que se busca es un crecimiento competitivo para la próxima década.