El 70 % de la superficie de la Tierra está compuesto por mares y océanos, otorgándole el nombre de planeta azul. Sin embargo, no existen muchos estudios sobre las profundidades marinas en comparación con la carrera espacial. En la actualidad, la sobrepresca, el cambio climático y la destrucción de la flora marina ha causado una disminución del ecosistema marítimo. Ante tal situación se ha ideado un nuevo modelo económico, economía azul o blue economy, que se basa en preservar los ecosistemas marinos.
Este innovador sistema pretende recuperar los ecosistemas y crear una conciencia crítica sobre la importancia de los recursos que nos ofrece la vía marítima, más allá de la pesca y el turismo. Desde el Banco Mundial se está investigando este modelo como una forma de crecimiento económico haciendo un uso sostenible de los recursos oceánicos.
La economía azul
El término aparece por primera vez en el libro La Economía Azul del economista belga Gunter Pauli en el año 1994. Desarrollando una teoría económica sobre un modelo que respetara el medio ambiente. Además, en el libro se explica hasta 100 formas diferentes de introducir productos ecológicos y como este sistema generaría millones de puestos de trabajo.
Los principios básicos de la economía azul se basa en el emprendimiento sostenible y la innovación. Los fundamentos se conforman a partir de la idea de hacer más con menos recursos, incorporar riqueza con diversidad, reutilizar… En definitiva, este tipo de modelo busca que todas las personas puedan acceder a este tipo de economía, haciendo una crítica a la economía verde que se basa en la elevación de los precios y solo personas con mayor poder adquisitivo pueden acceder.
En definitiva, la base de la economía azul es implementarse en todo tipo de proyectos de conservación marítima. Es de vital importancia solucionar los grandes problemas medioambientales que derivan del cambio climático.