Un grupo de investigadores internacionales afirma que existe un creciente consenso entre los diferentes científicos sobre el uso de un sistema energético basado únicamente en renovables, y se podría lograr de manera rentable para 2050.
Sin embargo, este tipo de acuerdos sobre un sistema energético impulsado por energía 100 % renovables no es un concepto inédito, pero sigue existiendo un escepticismo entre algunos estudiosos.
Por ese motivo, un grupo de científicos de energía de la Universidad Lappeenranta de Finlandia se ha enfocado en revisar estudios del pasado. En concreto, se fijaron en un artículo de Bent Sorenson de 1975: «Energía y recursos», publicado en Science. Desde este prisma, corroboran que se puede lograr una energía 100% renovable para 2050, ya que ha crecido un 27 % cada año.
El documento que avalan los investigadores de diferentes universidades del mundo se titula: “Sobre la historia y el futuro de la investigación de sistemas de energía 100 % renovable”. En él se representa un gráfico con los hitos históricos en el estudio y busca abordar las críticas por, entre otras cosas, las necesidades actuales de energía de combustibles fósiles para impulsar la fabricación de energía renovable, entre otros.
El documento también aborda la «inercia institucional» de las grandes agencias. Destaca a la Agencia Internacional de Energía y al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático por sus críticas particulares, alegando que tardan en adoptar las últimas investigaciones que demuestran las posibilidades de la tecnología de energía renovable.
Las energías mayoritarias
En el estudio se muestra que la mayor parte de cuando se habla de energía renovable se favorece a la energía solar y la eólica como fuentes de generación primaria, pero hay menos consenso sobre la división óptima entre las dos.
En la investigación plantea que en la mayoría de las vías de transición, tanto la energía solar como la eólica emergen como pilares centrales del sistema de energía sostenible. Ello se debo que se produce una optimización de costos y una mayor disponibilidad de recursos y estas dos energías están bien establecidas, incluso en los sectores más difíciles de electrificar.
Aunque se haya conseguido una mejora relativa desde sus inicios hace casi 50 años, el grupo de científicos afirma que todavía queda mucho camino por recorrer y que ningún estudio ha incluido todavía la tecnología de eliminación de dióxido de carbono, y que los posibles problemas de justicia social, desacuerdo comunitario y degradación ambiental a menudo no se tienen en cuenta.