Colombia lidera la transformación energética en América Latina

La Agencia Internacional de Energía  (IEA por sus siglas en inglés) es el organismo más importante en cuestiones de regulación ambiental en el campo de la energía que colabora con empresas y países de todo el mundo para dar soluciones que aseguren un futuro sostenible.

Los ojos del diálogo mundial sobre la transición energética están puestos en este organismo que proporciona desde análisis de datos hasta recomendaciones y soluciones para el espectro político a fin de encontrar las soluciones más positivas para el medio ambiente en materia energética en general.

Esta agencia abrió sus puertas para que todos lo países que estén preparados para asimilar políticas sostenibles en materias energéticas puedan participar y beneficiarse de la institución. Pero para ello exigen altos requisitos que los países deben cumplir. Colombia se anunció recientemente como nuevo miembro de esta organización por su arduo compromiso en la transición energética y está sirviendo de ejemplo para toda América Latina.

De hecho, ya se ha convertido en el líder del continente y de las regiones del Caribe por el cumplimiento de su agenda energética sostenible.

Hace pocos años Colombia comenzaba esta carrera con tan solo 35 MW de capacidad instalada en el país y se estima que para agosto del 2022 pueda llegar a alcanzar los 2.500 MW generados por energías renovables no convencionales.

Este indicador muestra como Colombia ha sido capaz de superarse en tiempo récord apostando por políticas para combatir el cambio climático reduciendo las emisiones de dióxido de carbono.

La industria del hidrógeno verde (obtenido con 0 emisiones y procedente de fuentes renovables) y el azul (a partir de hidrocarburos pero con bajas emisiones a corto plazo) se ha visto fuertemente incentivada así como el almacenamiento de energía que han resultado ser las grandes apuestas del país latinoamericano. También la solar y la eólica han recibido importantes mejoras tanto fiscales como de infraestructura para hacer de Colombia un país mucho más sostenible acelerando la descarbonización en muy poco tiempo.

La geotérmica también está siendo beneficiada con las nuevas políticas e impulsos económicos y se pretende que estos proyectos sigan creciendo para obtener producción energética sustentable ya en esta década, y cubrir las necesidades de las zonas de más difícil acceso.

La Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) en su reporte de Proyección de la Demanda de Energía Eléctrica y Gas Natural 2021 – 2035 estima que la demanda energética en este periodo podría crecer entre el 2,28% y el 2,68% en promedio cada año. Este reto de demanda podría verse beneficiado por el autoconsumo y el uso de renovables ya que la demanda energética a largo plazo tiende a subir considerablemente. Contar con edificios y hogares de energía positiva (que puedan inyectar su energía sobrante a la red y beneficiarse de la misma para paliar las posibles adversidades de un sistema autónomo) es de vital importancia no solo para Colombia sino para todos los países a la hora de establecer una transición energética funcional y sostenible.

Es por ello que los objetivos gubernamentales en este espectro son principalmente tres:

  1. Un sistema energético que adopte las energías renovables y no convencionales a través del uso de nuevas tecnologías.
  2. Eliminación de las brechas energéticas para universalizar el servicio.
  3. Liderar la lucha contra el cambio climático en materias de movilidad y eficiencia energética.

La transformación energética integral de Colombia es un proyecto ambicioso pero muy bien pensado y detallado con la colaboración y sinergia de todos los sectores industriales y políticos en favor de un país más sostenible con bases tecnológicas y ciudades inteligentes.