Una reciente investigación del MIT descubrió un método innovador para producir hidrógeno de forma eficiente utilizando aluminio reciclado y agua de mar. Este proceso, que además puede ser acelerado mediante el uso de cafeína, ofrece una alternativa prometedora para obtener hidrógeno de forma limpia y sostenible.
El estudio demuestra que al introducir bolitas de aluminio tratadas en agua de mar filtrada, se genera hidrógeno gaseoso. Este fenómeno se produce debido a una reacción química en la que el aluminio puro, tras ser refinado con una aleación de metales raros, interactúa con los iones de sal del agua de mar para liberar hidrógeno. Además, la aleación utilizada puede ser recuperada y reutilizada, permitiendo un ciclo continuo de producción de hidrógeno.
El equipo de investigación descubrió un avance significativo al añadir cafeína a la mezcla. Inicialmente, la reacción para producir hidrógeno era lenta, pero la inclusión del activo llamado imidazol aceleró el proceso de manera notable. Mientras que sin cafeína la producción de hidrógeno tomaba hasta dos horas, con la cafeína, se puede generar la misma cantidad de hidrógeno en solo cinco minutos.
El MIT está explorando aplicaciones prácticas de esta tecnología. Están desarrollando un prototipo de reactor que podría integrarse en buques o vehículos submarinos. Este reactor utilizaría pellets de aluminio reciclado, junto con galio-indio y cafeína, para producir hidrógeno a demanda. Este hidrógeno podría alimentar motores o generar electricidad para impulsar los vehículos, eliminando la necesidad de almacenar hidrógeno en tanques presurizados.
Uno de los retos de usar hidrógeno como combustible es su almacenamiento. Transportar hidrógeno en tanques puede ser riesgoso debido a su naturaleza volátil. La investigación del MIT ofrece una solución al generar hidrógeno in situ a partir de aluminio y agua de mar, evitando así la necesidad de almacenar hidrógeno comprimido.