Todo en este mundo está sujeto a la degradación con el tiempo y el uso: los vehículos, las edificaciones e incluso nosotros mismos experimentamos oxidación y envejecimiento. Todo requiere mantenimiento y revisión periódica para mantener su funcionamiento óptimo, y los paneles solares no son una excepción. Es bien sabido que su vida útil se sitúa alrededor de los 25 años, ya que van perdiendo rendimiento con el paso del tiempo.
Hasta hace poco, cuando las celdas de los paneles fotovoltaicos se degradaban en exceso, la solución era reemplazarlos por unos nuevos y reciclar los módulos solares antiguos. Sin embargo, existe la posibilidad de posponer este gasto gracias a un innovador enfoque que promete aumentar la rentabilidad de las plantas fotovoltaicas.
Investigadores de la Universidad Nanyang Technological de Singapur demostraron que es posible alargar la vida útil de las placas solares regenerando las celdas fotovoltaicas sin necesidad de desinstalarlas. Han logrado revertir el proceso de degradación inducida por la luz, conocido como LID, en los módulos solares. Para comercializar este descubrimiento, han desarrollado un equipo capaz de «reparar» los paneles y han establecido una empresa llamada EcoVolt.
El principal desafío es la degradación inducida por la luz. Lo que hace que los paneles solares funcionen, es decir, la luz solar, también crea «huecos» en los paneles que afectan su rendimiento. Factores como el calor y la humedad también contribuyen a este proceso de degradación.
El efecto LID
El efecto LID, o Degradación Inducida por Luz, se refiere a un proceso de degradación observado en células solares de silicio cristalino durante las primeras horas de exposición a la luz solar. Esta degradación resulta en una reducción de la eficiencia fotovoltaica de las células y también se conoce como degradación inducida por la luz ultravioleta (UVID).
El impacto principal del efecto LID se refleja en el rendimiento real de los módulos fotovoltaicos instalados. En comparación con los datos nominales proporcionados por los fabricantes. Esto conlleva una disminución en la producción de energía y la eficiencia de los paneles solares de silicio durante los primeros meses de exposición a la irradiación solar. En algunos casos, esta degradación puede resultar en pérdidas de hasta el 10 % de la producción de energía inicial.
Después de esta fase inicial de degradación, se produce un fenómeno llamado estabilización de potencia. Durante esta fase, la tasa de pérdida de potencia disminuye, lo que resulta en niveles más bajos de degradación de las placas solares en los años posteriores de uso.
La tecnología de regeneración de paneles solares consiste en un dispositivo de Tecnología Avanzada que escanea un panel solar estándar en aproximadamente cinco minutos. Utiliza luz de alta intensidad para reparar los paneles solares, devolviéndolos a su rendimiento óptimo y extendiendo su vida útil aproximadamente cinco años.
Según los creadores de esta tecnología, el precio del tratamiento es aproximadamente el 20 % del costo de una nueva instalación solar. Además, afirman que el procedimiento de regeneración de módulos fotovoltaicos es aplicable al 90 % de todos los paneles solares en uso hoy en día.
El proceso de regeneración de los módulos solares que se lleva a cabo con esta tecnología consiste en la manipulación de estados de hidrógeno. Lo que permite maximizar la producción de energía de las celdas solares y prolongar la vida útil de los paneles solares. Esta aproximación técnica contribuye significativamente a la sostenibilidad a largo plazo.
En resumen, la capacidad de regenerar los paneles solares fotovoltaicos representa un paso importante hacia la mejora de la sostenibilidad y la eficiencia en el sector de la energía renovable. Con esta innovadora tecnología, se abre la puerta a un futuro donde los paneles solares pueden mantener su rendimiento óptimo durante más tiempo. Lo que contribuye tanto a la rentabilidad de las inversiones en energía solar como a la reducción del impacto ambiental. La regeneración de paneles solares no solo ofrece beneficios económicos, sino que también refuerza el papel de la energía solar como una fuente limpia y sostenible de electricidad. En última instancia, esta tecnología representa un paso crucial hacia un futuro energético más resiliente y ambientalmente consciente.