El calor residual en el subsuelo de las ciudades representa una fuente de energía no convencional que podría ser clave para descarbonizar las áreas urbanas. Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la Asociación Madrid Subterra están explorando cómo utilizar este recurso para mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
El estudio plantea la viabilidad de usar fuentes energéticas no convencionales, como el calor residual de estaciones de metro, túneles y conducciones de agua, para mejorar la eficiencia energética en las ciudades. Según sus hallazgos, las emisiones de CO2 resultantes de la actividad humana tienen efectos devastadores para el medio ambiente. Particularmente es crítico en áreas urbanas, donde la alta dependencia de combustibles fósiles hace que la población sea más vulnerable.
Por ese motivo, las ciudades tienen un gran potencial para implantar soluciones innovadoras. Los investigadores están promoviendo la exploración y uso del potencial de energía limpia y renovable en el subsuelo urbano de Madrid. Entre los proyectos impulsados están la valoración del recurso energético disponible en las infraestructuras subterráneas de la ciudad, la aplicación de este recurso en la propia infraestructura o en edificios cercanos, así como las estimaciones del ahorro de emisiones de CO2.
La principal conclusión de estos estudios es la alta posibilidad de aprovechar esta energía residual para reducir las emisiones de dióxido de carbono en las grandes ciudades, mejorando su eficiencia energética. No obstante, los investigadores indican que, dependiendo del tipo específico de túnel o estación de metro, este aprovechamiento será diferente.