Así es la arquitectura solar de vanguardia de los BIPV

Indudablemente, la energía solar está generando importantes beneficios al espectro del autoconsumo y de la sostenibilidad energética, y cada vez tiene más presencia en diferentes aspectos arquitectónicos de los entornos urbanos. La arquitectura es uno de los campos donde se está posicionando de forma importante este tipo de energía favoreciendo el aprovechamiento de espacios considerados no aprovechados hasta ahora como fachadas, tejados o azoteas de los edificios.

La tendencia del Building Integrated Photovoltaics (BIPV) o integración arquitectónica de módulos fotovoltaicos (arquitectura solar), está ganando fuerza no solo en las nuevas construcciones sino también en los edificios funcionales. Esta técnica consiste en la integración de módulos fotovoltaicos en la construcción integral del edificio, formando parte de fachadas, suelos, paredes, ventanas y techos entre otros, sustituyendo a los materiales convencionales.

Con esta técnica se consiguen distintos beneficios que potencian la funcionalidad y ahorran en el consumo del edificio, promoviendo el autoconsumo eléctrico y siendo más respetuosos con el medio ambiente. En cuanto al diseño, los resultados también son dignos de mención. Cuentan con un aspecto vanguardista y moderno similares a los rascacielos modernos que aligeran la vista por su predominancia del cristal. Esto permite refrescar el entorno no solo para los que están dentro del edificio sino para los que lo ven desde fuera disfrutando de una imagen más fresca y contraria a la clásica construcción de cemento con revestimientos cargados y oscuros.

Además de transmitir desahogo a la vista, proyectan una imagen de responsabilidad social corporativa muy beneficiosa para la identificación de los valores empresariales. Otros tipos de BIPV se mimetizan perfectamente en el entorno con el aspecto de un vidrio normal, permitiendo generar energía sin modificar la estética del ambiente. Otra característica destacable, es que existen modelos con diferentes niveles de transparencia permitiendo dejar pasar parte de la luz natural al interior para no usar luz eléctrica, y almacenan el resto a través de las células solares.

No hay que perder de vista cómo este mercado está cada vez más en boga resultando una de las industrias en el ámbito de las renovables más rentables del momento. Esto no solo se debe como se adelantaba en párrafos anteriores a las nuevas construcciones sino a la conversión de los edificios convencionales introduciendo en su estética (habitualmente fachadas) éstos módulos fotovoltaicos. La versatilidad de estos materiales permite combinar colores en suelos, techos, paredes y fachadas que dan mucha personalidad especialmente a edificios corporativos sin tener que aumentar la inversión en energía.

El cristal fotovoltaico es un material de última tecnología capaz de integrarse en estructuras de vidrio, lo que da como resultado una presencia moderna y ligera del edificio, además de dotarlo de energía eléctrica limpia suponiendo la independencia de la red eléctrica convencional. Su producción silenciosa y no contaminante los hace idóneos para los entornos urbanos adaptándose a la filosofía Smart City acorde con la promesa de contribución a la disminución del carbono.

También se reduce la sensación de calor en el interior, puesto que los materiales determinados para las fachadas son aislantes y no calientan el interior. Estos sistemas son capaces de crear electricidad con energía solar de una forma silenciosa y no contaminante, con un mantenimiento mínimo (ningún costo que no se asuma en edificios convencionales) y de forma independiente a la red eléctrica. En NextCity Labs trabajamos con células solares de telururo de Cadmio, la última tecnología en este campo, que absorben la luz del sol y la convierten en electricidad de forma menos contaminante que las tradicionales de silicio. Luego la convierten en corriente continua transformada en corriente alterna para su uso convencional o bien en el edificio o bien para ser vertida a la red eléctrica.

Los BIPV representan importantes valores como la innovación por su integración con el medio ambiente la modernidad que requiere esta época de cambio en cuanto a eficiencia y diseño, mejorando la calidad de vida de las personas.