El transporte marítimo con combustible limpio reduce las nubes

Un nuevo estudio de la NASA, a través de datos satelitales independientes, revela que una norma mundial que limita el azufre en el combustible de los barcos, redujo las nubes artificiales de «rastreo de barcos» a niveles récord en 2020.

La aplicación de un reglamento internacional sobre el combustible marítimo en 2020 contribuyó a reducir el número de huellas de carbono en buques en todo el mundo. Esta normativa exige una reducción del 86% en el contenido de azufre del combustible. Los investigadores, tras entrar en vigor esta nueva medida, encontraron que se había reducido significativamente la huella contaminante en los barcos. Cabe destacar que las interrupciones comerciales derivadas de la COVID-19 también ayudaron.

La técnica utilizada para crear la primera climatología global se capturo por el espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS) de la NASA a bordo del satélite Aqua.

En las imágenes satelitales se observaban los barcos visibles y en ella unas líneas de nubes que se formaban cuando el vapor de agua se condensa alrededor de las pequeñas partículas contaminantes emitidas por los barcos. También dispersan más luz que las nubes marinas no contaminadas, que están sembradas de partículas más grandes, como la sal marina.

El contenido de azufre en el combustible es el principal factor de las emisiones de aerosoles de los buques. Por ello, la normativa mundial de la OMI para 2020 que limita el azufre al 0,5% (frente al 3,5%) ha modificado la composición química y física de los gases de escape de los barcos. La reducción de las emisiones de azufre significa que se liberan menos partículas de aerosol para formar huellas detectables de los barcos. Los investigadores concluyeron que el año 2020 fue clave para la reducción de contaminación.

El estudio concluye que las huellas de contaminación de los barcos pueden servir para más investigaciones. Los científicos explican que los barcos pueden ser un laboratorio natural para estudiar la interacción entre los aerosoles y las nubes. De esta manera, determinar como afecta en el cambio climático.