Convertir luz azul en ultravioleta cuidando el planeta

Dos equipos de investigación han trabajado juntos para convertir la luz azul en luz ultravioleta respetando el medio ambiente. El proceso se ha realizado con sustancias químicas alternativas y sin utilizar metales pesados como se hacen en métodos más tradicionales.

Como describen en su trabajo la luz ultravioleta se subdivide en tres tipos por su tipo de onda: A, B y C. La ultravioleta-A (UVA) contiene la luz ultravioleta de onda larga que llega a la superficie de la Tierra, mientras que la ultravioleta-B (UVB) y la ultravioleta-C (UVC), de onda más corta, son absorbidas en su mayor parte por la capa de ozono.

Sin embargo, se descubrió que la luz ultravioleta-B y la ultravioleta-C producidas artificialmente en la superficie de la Tierra son útiles en aplicaciones como la desinfección. Concretamente, la luz ultravioleta-B se ha aplicado en procesos que incluyen reacciones fotoquímicas, desactivación de agentes contaminantes y tratamiento de aguas residuales. Incluso se utiliza en el campo de la medicina como parte de tratamientos para trastornos de la piel como el eccema y el vitíligo.

Por ese motivo, los dos equipos dirigidos por Nobuhiro Yanai de la Universidad de Kyushu en Japón y Christoph Kerzig de la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia en Alemania; ambos idearon este proyecto donde realizan lo que conocen como «conversión ascendente», es decir, un método en el que un material absorbe dos fotones de luz de menor energía y combina su energía para emitir un fotón de luz de mayor energía.

De esta manera se elimina el proceso de requerir fuentes tóxicas para producir luz ultravioleta-B, el cual dañaba al medio ambiente con lámparas de mercurio, entre otras cosas.