El sector de las energías renovables está en pleno auge, gracias a la concienciación sobre el cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Las energías limpias son la solución más factible para estos problemas y, en particular, la energía fotovoltaica ha experimentado un crecimiento exponencial y se ha convertido en una de las fuentes más populares de energía.
La energía solar está en continuo crecimiento y siempre aparecen nuevas tecnologías que la mejoran, como es el caso de los microinversores. Se trata de un dispositivo electrónico utilizado en sistema de energía solar fotovoltaica para optimizar la generación de energía. A diferencia de los inversores tradicionales utilizados en sistemas solares, es decir, en lugar de convertir la corriente continua (CC) generada por los paneles solares en energía alterna (CA) para su uso en el hogar o red eléctrica, los microinversores realizan esta conversión directamente en cada panel solar, lo que permite mayor rendimiento y flexibilidad en la generación de energía solar.
Cada panel solar en un sistema de microinversores está equipado con su propio microinversor, lo que permite que cada panel funcione de manera independiente y optimice su rendimiento. Al permitir que cada panel funcione de manera independiente con su propio microinversor se pueden reducir las pérdidas de energía causadas por sombras, suciedad y otros factores que afectan solo a un panel particular. Esto resulta en un aumento de la producción total de energía, ya que los paneles puede optimizarse específicamente sin verse afectados por el rendimiento de los demás.
Los microinversores son ideales para las zonas residenciales, es decir, para generar energía eléctrica para el hogar. También de carácter industrial y comercial para edificios y fábrica. Por último, es ideal para sistemas aislados donde no hay conexión a la red eléctrica, como zonas rurales o remotas.
Ventajas de los microinversores
Los microinversores ofrecen diferentes ventajas en comparación con los inversores tradicionales. Entre los que se encuentra:
- La facilidad a la hora de la instalación y su mantenimiento, ya que no necesita tanto espacio ni cableado adicional.
- La optimización del rendimiento porque se realiza en cada panel solar de manera individual. Además, las pérdidas de energía causadas por sombras, suciedad o mal funcionamiento en un panel no disminuyen el rendimiento de los demás, lo que maximiza la producción total de energía del sistema.
- El monitoreo individualizado. Los microinversores permiten un monitoreo detallada y en tiempo real de cada panel solar. A través de una red de comunicación se pueden acceder a datos precisos sobre la producción de energía, lo que facilita la detección temprana de problemas y el mantenimiento eficiente del sistema.
- Mayor seguridad y confianza, ya que al funcionar de forma independiente, los microinversores minimizan el riesgo de fallas en todo el sistema. Si un microinversor presenta un problema, lo demás seguirá funcionando correctamente.
- La flexibilidad en el diseño y expansión del sistema, permiten una mejora en la ubicación y orientación de los paneles solares. Además, facilitan la expansión del sistema agregando paneles solares y microinversores según sea necesario, sin afectar el rendimiento general del sistema.
- Mayor eficiencia en condiciones de sombra parcial, ayuda a minimizar el impacto de sombras parciales en la producción de energía. Si un panel solar se ve afectado por sombras, los demás paneles seguirán revelando energía de manera óptima, a diferencia de los sistemas con inversores tradicionales donde el rendimiento de todo el sistema se vería afectado.
En definitiva, los microinversores ofrecen ventajas como la optimización del rendimiento individual de cada panel, el monitoreo detallado, la mayor seguridad y confiabilidad la flexibilidad en el diseño y la expansión del sistema y una mayor eficiencia en condiciones de sombra parcial. Estas ventajas han contribuido a su creciente popularidad en el sector de la energía solar.
