El hidrógeno verde entra en el mercado de las renovables

La utilización del hidrógeno como fuente de energía renovable ha pasado en poco tiempo de ser utopía a realidad. La empresa Siemens ha puesto en marcha todo un mecanismo para que la primera fábrica de este compuesto esté operando en el año 2025. El proyecto es bastante ambicioso pero la fórmula no parece tan complicada. La compañía se ha propuesto integrar en el aerogenerador marino más potente del mundo con 14MW de potencia, un electrolizador de gran capacidad que separa de la molécula del agua, el oxígeno y el hidrógeno.

Este electrolizador tendrá que combatir las inclemencias del clima, ser resistente en el entorno marítimo y estar completamente en sincronía con el aerogenerador para producir hidrógeno verde procedente del viento.

Y todo ello, sin conexión a la red. Sin duda estamos asistiendo al nacimiento de la producción del hidrógeno verde marino ya en una escala mundial con un costo competitivo en el mercado de las energías renovables (principal motivo por el cual la investigación respecto a este compuesto no avanzaba a buen ritmo). Precisamente esta característica de la autonomía energética es lo que baja el precio de generación considerablemente.

Al no tener costos eléctricos, es mucho más viable la extracción del compuesto e inevitablemente más sostenible ya que la huella de carbono se ve bastante minimizada al no consumir más recursos que la energía eólica de las corrientes marinas.

Esta fusión entre hidrógeno verde y energía eólica es el principio de todo un complejo y económico sistema de producción que seguramente cambiará el paradigma de los costos ambientales y monetarios, impulsando la carrera del hidrógeno de manera vertiginosa. Se abren diversas posibilidades que permitirán la integración de electrolizadores en diferentes emplazamientos eólicos y crecerá el mercado de los aerogeneradores, ya que serán necesarios para la producción de hidrógeno siendo el sustento renovable que dota al sistema de energía.

Pero este proyecto no es una ocurrencia fortuita de la empresa Siemens. Es solamente una pieza de un proyecto más ambicioso en Alemania denominado H2Mare y que cuenta con multitud de apartados y protocolos que han sido capaces de unir el mundo de la industria con el académico para sacar el mejor partido a los avances tecnológicos sobre la gestión de la energía, y todo apunta a que se incluirá en el programa estatal de apoyo al hidrógeno.

La inversión para los próximos 5 años que el conglomerado de Siemens ha previsto ronda los 120 millones de euros para desarrollar el sistema de energía eólica que permita la obtención directa de hidrógeno verde. La unión de expertos en renovables y tecnología de Siemens Gamesa y Siemens Energy está haciendo posible el trabajo en pro de la descarbonización de diferentes industrias contaminantes como el transporte y la industria pesada.

Lo bueno de este tipo de proyectos es que la energía se puede aprovechar en múltiples sectores reduciendo la huella de carbono no solo de la electricidad, sino también de sus aplicaciones. Según la empresa, su apuesta más fuerte sería aprovechar las zonas marítimas con fuertes vientos para no impactar en el entorno terrestre ni invadir espacios. Los electrolizadores obtienen directamente el hidrógeno del viento sin necesidad del paso previo de inyectar la energía al agua para luego separar las moléculas (fase que consume gran cantidad de energía).