El boom de las baterías y el mercado del almacenamiento eléctrico

Uno de los elementos clave para el fortalecimiento de la transición energética hacia un modelo más sostenible, es la capacidad de almacenamiento de la energía. Según la Oficina Europea de Patentes (OEP) en conjunto con la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha publicado un estudio  titulado «Innovation in batteries and electricity storage – a global analysis based on patent data» en el que afirman que entre el 2005 y el 2018 hubo un incremento anual deL 14% respecto a las patentes de almacenamiento en baterías así como en otros formatos. Este dato supone un crecimiento de este campo cuatro veces mayor que el de otros ámbitos tecnológicos.

Las baterías ocupan el 90% de todas las patentes relacionadas con el almacenamiento de electricidad destacando las recargables de litio para electrónica y automovilismo. Este último mercado es el que más está empujando la innovación en el almacenamiento obteniendo avances en mejorar la producción de energía para conseguir métodos más sostenibles y económicos, la extensión de la vida útil de los dispositivos de almacenamiento, el aumento de la velocidad a la que se recargan los sistemas y no menos importante, su capacidad de reciclaje y reutilización. Este campo ha impulsado efectos indirectos muy positivos en el resto de aplicaciones estacionarias, especialmente en la gestión de la red eléctrica.

Japón y Corea del Sur ocupan las primeras posiciones en tecnología de almacenamiento, y 9 de cada 10 empresas que solicitan una patente de baterías, son asiáticas encabezando la lista Panasonic, Toyota, Samsung, LG y Hyundai. Pero no hay certeza de que este liderazgo se vaya a mantener por mucho tiempo.

Tanto Estados Unidos como Europa cuentan con multitud de empresas innovadoras e instituciones de investigación destinadas únicamente al progreso sostenible y han hecho importantes avances en el campo de las baterías. De hecho, el presidente de la OEP, Antonio Campinos, anunció en la presentación del informe que ambas zonas geográficas se van a mantener muy activas en la siguiente generación de baterías exportando importantes avances según los resultados del ranking de los 25 líderes en patentes, donde aparecen empresas alemanas, estadounidenses, instituciones francesas y empresas irlandesas.

El futuro de las baterías se augura bastante bueno, ya que gracias a la optimización de procesos técnicos y de producción su precio descendió casi un 90% en los últimos 10 años y su innovación en reciclaje y sostenibilidad es constante. Esta industria está enfocada al cumplimiento de los objetivos climáticos y de energía sostenible ya que se estima que a nivel mundial se van a necesitar cerca de 10.000 gigavatios-hora de baterías y otras formas de almacenamiento. Es decir, que el almacenamiento de energía no va a parar de crecer exponencialmente.

Otras tecnologías de almacenamiento que también están dando mucho de qué hablar, son por ejemplo los supercapacitores y las baterías llamadas de flujo redox, que resuelven parte de las deficiencias que se pueden encontrar respecto a las baterías de iones de litio. Así lo recalcan las instituciones que han publicado el informe asegurando que especialmente las de flujo redox pueden ser una alternativa a las de litio para algunas aplicaciones. En referencia a los supercapacitores, complementan muy bien a las baterías de Li-ion respecto a la carga o descarga rápida por ejemplo, pues estos componentes pueden cargarse y descargarse en cuestión de segundos sin perder su capacidad de almacenamiento en el transcurso del tiempo.

En este escenario, se entiende la importancia del almacenamiento de energía en el marco de la nueva realidad que supone la estandarización y normalización de las Smartcities. Conservar la energía que se genera de forma sustentable, hace que se transforme el modelo energético, una de las claves para abogar por un futuro más verde y de autoconsumo.