En 2023, los niveles de gases de efecto invernadero alcanzaron un nuevo récord, lo que llevará a un aumento de las temperaturas globales durante muchos años, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). El dióxido de carbono (CO2) se está acumulando en la atmósfera a un ritmo sin precedentes en la historia de la humanidad, habiendo aumentado más del 10 % en solo dos décadas.
El cambio climático, impulsado por estas emisiones, está teniendo efectos devastadores en todo el mundo. Desde el aumento del nivel del mar hasta fenómenos meteorológicos extremos como huracanes, sequías e inundaciones, las consecuencias son cada vez más evidentes y preocupantes.
La comunidad internacional ha intentado abordar este problema a través de acuerdos como el Acuerdo de París, que busca limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, las emisiones siguen aumentando, lo que pone en riesgo los objetivos establecidos.
Es crucial que los gobiernos, las empresas y los individuos tomen medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto incluye la transición a fuentes de energía renovable, la mejora de la eficiencia energética y la adopción de prácticas sostenibles en todos los sectores de la economía.
El futuro del planeta depende de nuestra capacidad para actuar ahora y frenar el avance del cambio climático. La ciencia es clara: debemos reducir las emisiones y proteger nuestro entorno para las generaciones futuras