Investigadores alertan sobre impactos de biocombustibles de soja

Aunque nacen de recursos naturales, los biocombustibles producidos a partir de cultivos conllevan serias implicaciones tanto sociales como ambientales. Específicamente, los biocombustibles derivados de la soja están exacerbando la deforestación y la pérdida de biodiversidad, especialmente en países de América del Sur. Esta tendencia está en constante aumento para satisfacer la creciente demanda de biocombustibles en Europa. Este fenómeno subraya la necesidad urgente de buscar alternativas sostenibles y menos perjudiciales para el medio ambiente y las comunidades afectadas.

Un grupo de investigadores españoles, respaldado por organizaciones como Ecologistas en Acción, Ecodes y Transport & Environment, emitieron un comunicado conjunto sobre los impactos negativos asociados con los biocombustibles de soja. En una carta dirigida a la Comisión Europea, más de cien expertos instan a reconocer la evidencia científica que vincula la producción de soja con la deforestación, la pérdida de biodiversidad y la inseguridad alimentaria. Abogando por catalogarla como una «materia prima de alto riesgo» en términos de cambios indirectos en el uso de la tierra.

En diferentes estudios presentados a la Comisión Europa, se destaca que los monocultivos de soja conllevan efectos perniciosos, como la deforestación y la pérdida de biodiversidad, especialmente en América del Sur. Además, señalan que el uso de la soja como biocombustible puede resultar en el doble de emisiones indirectas de gases de efecto invernadero en comparación con los combustibles fósiles tradicionales.

Uno de los puntos críticos resaltados es la competencia de los terrenos dedicados al cultivo de biocombustibles con los destinados a la producción de alimentos. Ello agrava la inseguridad alimentaria, especialmente en un contexto de hambruna mundial. Además, el aumento de las importaciones de soja hacia Europa para la producción de biocombustibles exacerbó la deforestación en países de América del Sur. Contribuyendo a la pérdida irrecuperable de carbono y la agudización de conflictos con comunidades locales e indígenas.

Los investigadores subrayan la necesidad de abandonar la producción de biocombustibles a partir de cultivos de soja. Dada su incompatibilidad con los objetivos ambientales y climáticos establecidos en acuerdos internacionales como el Acuerdo de París. Proponen que la Comisión Europea excluya los biocombustibles derivados de materias primas con graves impactos sociales y ambientales.

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Además, un grupo de treinta organizaciones no gubernamentales instó a la Comisión Europea a eliminar progresivamente el apoyo a los biocombustibles de soja. Señalando su papel como impulsor significativo de la deforestación y emitiendo hasta el doble de CO2 que el gasóleo fósil, según consideraciones de deforestación indirecta.

Estas acciones reflejan un consenso entre investigadores y la sociedad civil sobre la necesidad de proteger las áreas ricas en carbono y las comunidades locales afectadas por la expansión de monocultivos de soja. En última instancia, la llamada es a adoptar políticas coherentes que prioricen energías renovables social y ambientalmente responsables. Al tiempo que se aborda de manera efectiva la amenaza que representan los biocombustibles de soja para el medio ambiente y la seguridad alimentaria global.