El futuro de la robótica en los sectores industriales

La tecnología de la robótica está destinada a sustituir algunos trabajos, en especial los que están más automatizados en el sector industrial. La tendencia indica que la mano de obra en estos procesos tan mecánicos va a desaparecer, ya que un robot puede hacer con más precisión este tipo de operaciones de cadena de montaje y no necesita descanso. Se estima que los procesos de producción, serían más eficientes generando mayor número de acciones por hora.

Pero no son todo ventajas. Este tipo de mecanizaciones es capaz de hacer el trabajo con precisión si, pero todavía no es lo suficientemente inteligente para solucionar pequeñas variaciones. Aún son incapaces de corregir o manejarse en éstos márgenes, lo que hace que la supervisión humana sea todavía imprescindible.

Pero un equipo compuesto por miembros de las universidades OpenAI, Universidad Carnegie Mellon, Universidad de Michigan y UC Berkeley, están desarrollando modelos virtuales que capacitan a los robots para hacer tareas físicas complejas con un aprendizaje parecido al humano, en base al ensayo de prueba y error. Enseñar a éstas máquinas a que se desenvuelvan en el mundo físico sería un gran avance, ya que no requerirían de precisión milimétrica en las tareas que se les dan y podrían solucionar problemas o variaciones por sí solos con estos algoritmos de aprendizaje.

Eso sí, tendremos que esperar de tres a cinco años para ver este objetivo logrado, lo que se estima que durará el proyecto. Los prototipos todavía gozan de poca versatilidad, pero ya van siendo capaces de manipular objetos por ellos mismos a través de esta metodología virtual de prueba y error. La OpenAI de San Francisco desarrolló con éxito el proyecto Dactyl logrando que un robot aprendiera a girar por éste método un cubo de juguete con los dedos. El software de la red neuronal mediante el aprendizaje reforzado y experimentando al azar, aprende los movimientos del giro en simulaciones antes de que la mano robótica lo haga físicamente. Así se fortalecen las conexiones dentro de esta red a medida que va pasando el tiempo y acercándose su objetivo.

Pero es cierto que todavía estamos lejos de que los robots hagan tareas que requieran de un “pensamiento lógico” aunque las nuevas investigaciones y avances se van acercando. El objetivo es llegar a corregir los márgenes de error y movilidad, y que finalmente consigan hacer tareas como tareas domésticas (llenar el lavavajillas), montar aparatos complejos o ayudar a personas con movilidad reducida en casa, como puedan ser los ancianos. Indudablemente estamos hablando de procesos complejos, pero no podemos olvidar que ya desde los años 80 la robótica estaba al servicio de los seres humanos.

Las aplicaciones en medicina para acciones precisas son cada día mayores. Igual ocurre en el campo de la llamada tercera generación, o sea, de la industria. Ya existen robots capaces de utilizar herramientas por sí solos por ejemplo en la la industria automotriz, que pueden efectuar tareas como pulidos, cortes de chapa o utilización de pinturas en spray. El futuro de la robótica perfeccionada es inminente, pero todavía tenemos que esperar un poco.