Las renovables sustituyen a la energía nuclear

La excusa para continuar con la industria de la energía nuclear hasta la fecha siempre había sido su bajo costo. Pero hoy sabemos que esta energía está en absoluto declive gracias al posicionamiento de las renovables y a su competitivo precio en el mercado. El último informe que ha visto la luz sobre el estado de la industria nuclear a nivel mundial, define que el crecimiento de esta industria en 2020 fue de 400 MW cayendo un 4%. Del otro lado de la balanza las energías renovables aumentaron en 256 GW lo que se tradujo en un aumento del 13% de la energía limpia. Este informe del reconocido consultor nuclear francés Mycle Schneider, pone a la energía nuclear contra las cuerdas y asegura que su desaparición será inminente antes del 2050.

Schneider califica de mediocres los resultados obtenidos por la energía nuclear y pone en valor los 127 GW que aumentó la energía fotovoltaica tan solo en el 2020 y los 111 GW que logró la energía eólica en comparación con la industria nuclear. Estos datos auguran un panorama en el que este tipo de energía más insegura y contaminante tiende a ser cada vez más irrelevante en las condiciones del mercado actual en cuanto a capacidad eléctrica. Prueba de ello es que la generación de energía a partir de la nuclear se redujo un 4% al mismo tiempo que las renovables de carácter no hidroeléctrico aumentaron un 13%.

Pero este no es el único dato revelador. El costo nivelado de la energía (LCOE por sus siglas en inglés) de la energía solar fotovoltaica se ha reducido un 90% en estos últimos años, mientras que el de la energía nuclear aumentó casi un 33%. Este costo también conocido como costo normalizado o costo equivalente, es un dato que incluye la valoración económica de todos los costos para generar un tipo de energía, contando la inversión de inicio, las operaciones y el mantenimiento de los parques o plantas, el uso de combustibles y en general todo lo que suponga un gasto operacional para obtener la energía.

En este marco resulta difícil seguir apostando por la energía nuclear que tarda tanto tiempo en avanzar teniendo a la mano energías renovables más baratas, menos riesgosas, y más evolucionadas. Según el autor del informe, seguir desperdiciando recursos y mano de obra en tecnologías nucleares que no es seguro que vayan a funcionar en las próximas décadas es absurdo, pudiendo invertir en renovables, haciendo así referencia a la cuarta generación de centrales nucleares que se está poniendo en marcha en algunos países.

Y es que Schneider algo de razón tiene si tomamos el ejemplo del magnate de la tecnología Bill Gates, quien apostó fuerte con un desarrollo para la industria  nuclear en el 2006 en su intención de promover un nuevo diseño de central nuclear. Hasta la fecha no se conocen diseños o prototipos para continuar este proyecto.

Si pensamos en los reactores flotantes modulares de Rusia o China el fracaso nos viene de nuevo a la mente. Estas infraestructuras tardaron 13 años en construirse multiplicando por cuatro el plazo previsto y no tienen licencia en ningún país occidental. En plena transición a un modelo de energía limpia no hay mucho espacio para continuar con la energía nuclear. Apenas 5 de los 13 reactores que estaba previsto que comenzaran a funcionar el pasado año, pudieron empezar realmente a trabajar, y dos de estos proyectos se iniciaron hace 36 años.

Unas fechas poco competitivas ante la demanda energética que tenemos en la actualidad. Durante la década  del 2011 al 2020 se comenzó la construcción de 57 reactores en todo el mundo y tres de ellos ya han sido abandonados. Para este año apenas 15 se han puesto en marcha y muchos de ellos han tenido un periodo de uso de no más de 10 años. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE) reconoce también que la energía nuclear no está destinada a abaratar costos ni a ser más eficiente. Sin embargo, auguran disminuciones continuas en lo que se refiere a energía eólica, solar y marina.

Para el 2050, se pronostica que los costos de la energía solar serán apenas una quinta parte de los de la energía nuclear al menos en la Unión Europea, China, Estados Unidos y la India, a lo que el informe establece que, de seguir adelante para entonces con la construcción de nuevas centrales nucleares, sería por razones ajenas al mercado. Siendo realistas, sabemos que a día de hoy con la gran demanda que existe de energía, sería imposible vivir sin la energía nuclear, especialmente en territorios como Estados Unidos, Japón o Europa. Sin embargo sabemos que esta transición hacia las energías limpias debe empezar desde ya, y poniendo unos buenos cimientos en la actualidad, junto con un plan largoplacista, podremos desligarnos de la energía nuclear y todos los residuos que genera. Países como Costa Rica nos han enseñado el camino y que, efectivamente, es posible.