La conectividad: el pilar fundamental de las Smartcities

La automatización de los procesos y la instalación de sensores se ha convertido en uno de los principales pilares para el funcionamiento y el avance de las Smartcities. La base que hace posible medir el tráfico, la contaminación atmosférica de una ciudad y que hace que los edificios inteligentes puedan aprender con inteligencia artificial para optimizar los recursos, pasa por el triángulo que forman el llamado internet de las cosas, los datos (Big Data y Cloud Computing) y por ende, la conectividad.

Ésta última es posible gracias a la interpretación y almacenamiento de datos que orientan a las máquinas, tecnologías y algoritmos para que puedan ejercer su trabajo y automatizar procesos mejorando nuestra calidad de vida y ahorrando grandes cantidades de tiempo a las personas. Algunos estudios apuntan que actualmente el 90% de las empresas recogen grandes cantidades de datos a través de diferentes sensores y procesos, pero solo una pequeña parte las acaba convirtiendo en conocimiento real.

Para que este panorama cambie y para potenciar la conectividad impulsando el funcionamiento de las ciudades inteligentes, nacen cada vez más protocolos y sistemas de procesamiento de datos con distintos proveedores con una amplia variedad de utilidades que los hace compatibles con cualquier fabricante y que se adecúan a las necesidades de cada empresa, cliente o sistema.

Prueba de ello fueron los protocolos ModBus,  (muy importante en aplicaciones como la recopilación de datos de temperatura), o el OPC para comunicación entre servidores. Hoy día asistimos a la consolidación de redes como Lora, SigFox y LoraWAN (que ya hemos tratado en este blog) que facilitan el intercambio de datos entre dispositivos en condiciones de campo abierto y con un mínimo consumo de energía en los nodos remotos.

Este tipo de tecnología es un gran paso para la interconexión de diferentes dispositivos en poco tiempo y zonas que no contaban con buenas conexiones ni calidad de señal, lo que abre un campo de posibilidades para poder conectar más puntos con tecnología remota. Estas nuevas redes han supuesto un cambio ya que las antenas Lora se pueden configurar incluso para ofrecer una conexión parecida a una red de telefonía móvil por un bajo costo e impacto ambiental ya que sus baterías pueden durar hasta 10 años.

Este tipo de nuevas conexiones son importantes para el desarrollo del internet de las cosas y la amplitud de la recogida de datos de los sensores, así como para el intercambio de información entre dispositivos en largas distancias, lo que está resultando extremadamente beneficioso para muchas industrias.

En la actualidad, cada vez se necesitan protocolos más ajustados de conexiones y recogida de datos que ofrezcan grandes coberturas, seguridad en la pérdida de la señal y que sean sostenibles y económicas además de que cubran grandes distancias. Así también se va amoldando la arquitectura tecnológica que permite la integración de los nuevos protocolos y la gestión eficiente y rápida de cada vez más cantidades de datos.

La transformación digital está permitiendo la integración de cada vez más componentes en el entorno de las smartcities de forma cada vez más económica y segura. La industria de los sensores es ya nuestra realidad cotidiana para el correcto funcionamiento de la vida urbana.