Retos actuales de la tecnología de captura, almacenamiento y uso del carbono

En las últimas investigaciones se ha vislumbrado el problema de la viabilidad de la tecnología de captura, almacenamiento y utilización de carbono (CCU) para cumplir con los recortes de emisiones del Acuerdo de París. Los estudios quieren proyectar sus esfuerzos en una tecnología que use dióxido de carbono no fósil y guarden el carbono de forma permanente.

Debido a las diferentes catástrofes que se están viviendo, como la crisis climática, la reutilización del carbono puede ser parte de la solución. El método consiste en aprovechar el dióxido de carbono de las emisiones y volver a reusarlo, este procedimiento suele ser eficaz porque se captura los escapes de las centrales eléctricas o industriales. De esta manera, se consigue que los residuos, como el dióxido de carbono, pueda ser un nuevo producto, como ocurre con el combustible metanol.

En el Acuerdo de París, el IPCC (El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) estipula que se debe reducir las emisiones de dióxido de carbono para el 2030 y llegar a cero en el 2050. Dentro de los 74 proyectos de tecnología de captura, almacenamiento y utilización de carbono ya se cumplieron ocho para el objetivo próximo: 2030. En cuanto a reducir a cero emisiones en 2050 solo 4 rutas llegan a ese propósito.

Los investigadores están analizando si esta tecnología está lista para su uso generalizado y la eficacia para reducir las emisiones a lo largo de toda la vida útil del proceso. Sin embargo, muchas CCU evaluadas son intensivas en energía, lo cual en el producto final también genera emisiones. Por ejemplo, el paso final del ciclo es la creación de algo como el metanol. No obstante, este estudio advierte que el potencial de esta tecnología CCU podría desviar la atención de otras opciones más efectivas para reducir emisiones.

Aunque otros estudios examinaron sistema de la tecnología de captura, almacenamiento y utilización de carbono de bajas emisiones comprobando que almacenan el carbono a largo plazo. Una muestra fue la carbonización de la escoria de acero para crear materiales de construcción, se pudo comprobar que grandes cantidades de carbono se quedarían guardadas indefinidamente.

Además, los investigadores también confirman que si el carbono se captura de la atmósfera o tras la combustión de biomasa, la utilización del carbono atmosférico puede reducir las concentraciones de dióxido de carbono