La energía fotovoltaica es una de las alternativas principales para sustituir el modelo energético imperante y los avances en esta industria gozan de una importancia vital en la carrera contra el cambio climático. Un equipo de investigadores formado por personal de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y la Universidad Central de Carolina del Norte, han demostrado como la confiabilidad de la energía solar aumenta hasta un 40% si se utiliza un sistema combinado de generación de energía y almacenamiento, y no por separado como habitualmente se instala en la actualidad.
En este importante hallazgo se ha utilizado un modelo de probabilidad basado en la pérdida de la carga para para averiguar la credibilidad de la capacidad de la energía fotovoltaica unida al almacenamiento energético para encontrar patrones que muestren nuevas sinergias entre ambos espectros.
En otras palabras, se ha analizado la capacidad de un sistema de dotar de electricidad a cierta demanda sometida a niveles de carga altos y bajos (en la vida real puede ser el día y la noche o condiciones climáticas) para averiguar como el almacenamiento inteligente puede repartir la energía en las horas pico de consumo y cuándo es mejor almacenarla para asegurar el suministro.
Las penetraciones de la energía fotovoltaica modifican el perfil de carga neta y desplazan la carga máxima a momentos con menor generación de energía disminuyendo los créditos de capacidad por cada incremento extra de energía solar. De esta forma la simbiosis entre la energía solar y el almacenamiento da como resultado un sistema inteligente que reduce considerablemente las posibles fallas o la incapacidad del sistema de producir y distribuir la energía que se demanda.
Se ha calculado que se puede contar con hasta un 40% más de capacidad combinada durante las horas más demandantes en comparación con ambientes donde los sistemas funcionan de forma autónoma o por separado.
En definitiva, un sistema conjunto funciona mejor que la suma de las partes, lo que lleva a los investigadores a averiguar más sobre las formas más óptimas de integrar almacenamiento y producción de energía solar.
Este avance es determinante para las empresas de la industria energética que se encargan de satisfacer la demanda de energía general, y que ya están sustituyendo la red convencional por mecanismos más sustentables con energías renovables. Saber qué industria es la más eficiente es lo que lleva las inversiones hacia las mejores opciones.
Si entendemos el beneficio de confiabilidad de una fuente de energía como la cantidad de energía que un sistema puede producir sin fallas de manera segura midiendo los momentos de máxima demanda, la fotovoltaica es la más confiable debido a su capacidad para arrojar datos precisos de medición.
Pero aumentar la capacidad de almacenamiento y utilización de este recurso es de vital importancia para su estandarización en las redes convencionales y para el convencimiento de los escépticos que ya han podido ver con este hallazgo el prometedor futuro de la energía solar.