Un grupo de investigadores de la ONU consideran que la capa de ozono está en proceso de mejorar gracias a la prohibición de sustancias químicas del Protocolo de Montreal. Se estima que en 40 años se podrá recuperar al 100 %. Además, la eliminación progresiva de las 96 sustancias químicas expuestas en dicho Protocolo, contribuye a la mitigación del cambio climático.
La capa de ozono es la más importante para la vida y conversación de los seres que habitan la Tierra, pues impide que la radiación ultravioleta alcance a la superficie terrestre. El ozono se compone de la interacción entre las moléculas de oxígeno y la radiación ultravioleta del Sol. En la atmósfera inferior se forman reacciones químicas entre contaminantes, como los gases de escape de los vehículos y otras emisiones.
El agujero en la capa de ozono se originó en los años 80 en lo alto de la atmósfera sobre el Polo Sur, causado por los clorofluorocarbonos (CFC), gases utilizados para refrigeradores y espumas aislantes. Por ese motivo, se creó el Protocolo de Montreal, un acuerdo internacional para detener la producción de CFC.
Protocolo de Montreal
En el último informe del Grupo de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal sobre productos dañinos al ecosistema, confirman la eliminación del 99 % de las sustancias prohibidas que dañan a la capa de ozono y se ha logrado una recuperación de la estratosfera superior y que disminuye la exposición de las personas a la radiación ultravioleta nociva del sol.
En el documento se espera que en el año 2045 se recupere totalmente en la zona del Ártico y en el año 2066 para la Antártida, donde peor se encuentra la estratosfera. Las variaciones del tamaño del agujero en la capa se debieron a condiciones meteorológicas, pero la superficie y la profundidad disminuyeron desde el año 2000.
Hidrofluorocarbonos (HFC)
En el décimo informe del Grupo de Evaluación Científica confirma la repercusión positiva que ese tratado tuvo en materia del clima. La Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal, acuerdo adicional alcanzado en 2016, exige la reducción progresiva de la producción y la utilización de algunos hidrofluorocarbonos (HFC). Aunque no agoten el ozono son potentes gases de efecto invernadero.
Los últimos estudios de la capa de ozono fueron recopilados por un grupo internacional de expertos entre ellos el Pnuma, la OMM, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y la Comisión Europea.