El Consejo Europeo y el Parlamento de la Unión Europea han alcanzado un acuerdo preliminar en relación con la legislación sobre energías renovables e hidrógeno. El objetivo es aumentar la integración de las energías limpias en diversos sectores como el transporte, la industria, la calefacción y refrigeración de edificios urbanos. Se ha acordado aumentar al 45% el objetivo de consumo de energía renovable para el año 2030. También se ha consensuado una postura sobre el hidrógeno renovable.
El desacuerdo se centró en la forma de descarbonizar la industria. Con el acuerdo provisional, se deberá incrementar el uso de energía renovable en la industria en un 1,6% anualmente. Además se debe asegurar que el 42% del hidrógeno utilizado sea de fuentes renovables y no biológicas para el año 2030, y que aumente al 60% para el año 2035.
A pesar de lo acordado anteriormente, los países miembros de la UE podrán reducir en un 20% la cantidad de hidrógeno renovable utilizado en la industria, siempre y cuando esto no afecte su objetivo nacional de energías renovables. Además, se ha establecido un límite del 23% en el uso de hidrógeno obtenido de combustibles fósiles o nuclear para 2030 y del 20% para 2035. Esto se debe a la preocupación por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y avanzar hacia un futuro más sostenible.
El acuerdo provisional ha sido alcanzado después de ocho reuniones, y el principal obstáculo ha sido la inclusión del hidrógeno nuclear, que Francia defendía. El Consejo y el Parlamento aún tienen que refrendar el acuerdo.