El autoconsumo de energía es cada vez más una realidad integrada en todo tipo de ambientes. No solamente en las ciudades o núcleos urbanos se está apostando por sistemas de energía sostenible, sino que éstos aportan una solución para las zonas más recónditas donde la red general eléctrica no llega, o lo hace con mucha dificultad. Obviamente la geografía global es diversa, y no en todas partes incide el sol de la misma manera ni se cuenta con el mismo clima. Por eso, hay que tener en cuenta que a veces no basta con tener un buen sistema fotovoltaico que asegure el acceso a la electricidad.
En estos casos, los mejores aliados son los sistemas de almacenamiento de energía. Es el mejor complemento para un sistema fotovoltaico ya que permite, por un lado, almacenar la energía excedente que pueda producir un conjunto de placas solares. Si no existe la posibilidad de guardar esa energía simplemente se acaba perdiendo. Este excedente se puede almacenar para su uso posterior haciendo muchas veces innecesaria la conexión a la red eléctrica, especialmente como ocurre con los sistemas autónomos, también conocidos como stand alone.
Son los que no están conectados a la red eléctrica y trabajan por tanto de forma independiente, por lo que, si en un momento determinado la energía producida por los paneles solares es insuficiente, la instalación se verá perjudicada y habrá una carencia de energía. Este inconveniente se puede solventar con un buen sistema de almacenamiento de energía.
Por otro lado, también resultan válidos para las instalaciones grid connected (conectadas a la red). En este modelo la energía se intercambia entre la red eléctrica y la instalación solar según la necesidad. Teniendo esto cubierto puede parecer que en este tipo de sistemas sea innecesario contar con sistemas de baterías, pero la realidad es que suponen un ahorro considerable en el espectro económico y no solo eso, sino que se aprovecha mucho más la energía fotovoltaica ya que no se desperdicia el excedente y por ende, resulta mucho más sostenible.
Y es que el uso de estos sistemas contribuye a la reducción de la huella de carbono y resulta menos contaminante que la conexión a la red eléctrica convencional. Pero obviamente no sirve cualquier tipo de batería. Este campo también ha avanzado mucho y desde NextCity Labs recomendamos invertir en estos componentes y adquirir productos de alta calidad y con un buen respaldo de garantía.
Las baterías de litio ferroso por ejemplo, están a la vanguardia en almacenamiento de energía. Son mucho menos contaminantes que las de la generación anterior con las que todavía conviven en el mercado. Su vida útil es considerablemente más larga, son más seguras y por supuesto más respetuosas con el medioambiente.
En definitiva, estos componentes para instalaciones fotovoltaicas hacen posible el acceso a la energía cuando la instalación no puede producir lo suficiente para satisfacer la demanda de autoconsumo, como por ejemplo en la noche o en días de poco impacto de los rayos solares.