Presente y futuro de los BIPV

La aplicación de materiales fotovoltaicos en la construcción de infraestructuras urbanas e industriales ha dado origen a lo que hoy se conoce como BIPV. La tecnología de captación solar dota de independencia y autonomía energética a diversos edificios en el marco del desarrollo sustentable y la energía limpia.

Esta tecnología se está normalizando y ya forma parte de suelos, techos, paredes o lucernarias entre otros en multitud de edificios y por su alta efectividad, más tarde se integró en el mobiliario urbano, pero el campo de aplicación es mucho más grande visto con una cosmovisión ampliada.

Los paneles solares utilizados en la construcción tienen distintos niveles de transparencia, característica que los hace adecuados en diversos entornos. Un proyecto innovador en este sentido se ha configurado recientemente en Alemania donde un equipo de investigadores perteneciente al Instituto Austriaco de Tecnología está explorando la posibilidad de cubrir las áreas de autopista con techos solares para generar energía.

Esto supondría cubrir el 5% o lo que es lo mismo, 337km2 del territorio alemán sin ocupar superficie (suelo) útil, y se estima que con la energía generada se podría cubrir un tercio de la demanda total que necesitan los hogares del país.

La tecnología del vidrio fotovoltaico está suponiendo toda una revolución. Otro ejemplo de ello es su aplicación en el terreno agrícola como son los invernaderos. Ya hay proyectos en desarrollo de estas estructuras que cuentan con estos paneles solares semitransparentes cumpliendo una doble función.

Por un lado, dejan pasar la luz para el crecimiento de los vegetales. Por otro, recogen cierta cantidad de rayos solares y acumulan la energía. Algunos proyectos cuentan con inversores, baterías y cargadores para estas funciones que permiten prácticamente que el invernadero sea autónomo y que apenas tenga consumo de la red eléctrica. Con la energía limpia almacenada se pueden cubrir funciones como la calefacción, ventilación, nebulización o el riego.

De cara al futuro ya se están creando softwares específicos para controlar diferentes elementos climatológicos dentro de los invernaderos, y vidrios con diferentes opacidades según los tipos de cultivo que se pretendan establecer.

En este contexto surgen multitud de ideas y proyectos para intentar cubrir la demanda energética desde el marco de las Smart Cities y su filosofía. Siguiendo en el rumbo de la energía solar, encontramos innovaciones como las células solares con la capacidad de aplicarse como pintura. Aunque no es una tecnología altamente desarrollada en este momento y no se puede aplicar a nivel industrial, diferentes equipos de investigadores como el de la Dra. Hae Jung Son del Centro de Investigación de Híbridos Fotoelectrónicos del Instituto de Ciencia y Tecnología de Corea (KIST), están trabajando en soluciones orgánicas súper eficientes para lograr más estabilidad en este compuesto.

Continuamente, surgen innovaciones que acercan la visión de las ciudades inteligentes y el concepto de los BIPV a los usos cotidianos y a las necesidades sociales, principalmente en lo que se refiere a la implantación de un modelo más sustentable y energéticamente más limpio.