Colombia: un ejemplo de sostenibilidad, progreso y modernidad

Colombia es uno de los países que más destaca no solo en Latinoamérica, sino a nivel mundial por su ímpetu en el afán de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por la ONU para el año 2030. Esta nación tiene claro que para alcanzar resultados eficaces en poco tiempo no basta con perseguir los objetivos de uno en uno, sino que es necesaria una sinergia y participación de todos los sectores sociales y políticos que promuevan una sustancial mejora social.

Tras las subastas en el sector energético llevadas a cabo en el país de Jaramillo y Botero, Colombia dio un giro radical a sus políticas de las renovables. En la actualidad cuenta con una instalación de energías renovables de 50 megavatios de capacidad productiva, pero se estima que para el 2022 la capacidad sea de 1.500 megavatios. Con estas y otras acciones se pretenden disminuir 11,2 millones de toneladas de emisiones de CO2 para el año 2030, lo que resulta equivalente a la absorción de este gas por el Amazonas durante 15 años.

Este proceso de cambio se está llevando conjuntamente con otros, como la equidad de género. Los ministerios y el gobierno están implementando proyectos para la formación y la promoción de la mujer en el entorno de las energías renovables, especialmente en el sector fotovoltaico, procurando así entre otras cosas la eliminación de la brecha salarial, el techo de cristal y promoviendo la figura femenina en los puestos de liderazgo.

El país latino ha convertido la revolución energética en el motor principal para alcanzar los objetivos de la ONU. Prueba de ello son los eventos y encuentrosmundiales relacionados con este tema, como fue el reciente III Encuentro Internacional de Movilidad Eléctrica organizado por el World Energy Council al que asistieron 1.150 personas, o la próxima Feria ExpoSolar Colombia que se inaugurará el próximo 24 de agosto y que cuenta con NextCityLabs como patrocinador.

En esta clase de eventos se tratan temas como la política de las 3D (descarbonización, digitalización y descentralización) o la movilidad eléctrica que, como consecuencia, no solo disminuye las emisiones de CO2 sino que ejecuta proyectos de electrificación sostenible para toda una ciudad. Es el ejemplo de que cambiando un aspecto en este caso, como es la movilidad urbana, se consigue mejorar otros aspectos como el acceso a electricidad sostenible y económica de toda una población.

Otras acciones como los incentivos por adquisición de vehículos eléctricos potencian la economía del país y promueven la compra de vehículos en diferentes niveles socioeconómicos de la sociedad. Teniendo en cuenta que el 80% de las emisiones de allá provienen de fuentes móviles, han convertido este aspecto en una prioridad para combatir la mala calidad del aire y por ende, las enfermedades respiratorias derivadas de este hecho.

Los planes en cuestiones de energía son igual de alentadores. La ministra de energía, María Fernanda Suárez ha integrado un Plan específico de Gestión Integral del Cambio Climático para el sector minero-energético. Toda una conversión de valores en los sectores más necesitados de estas medidas destinadas a disminuir las emisiones y mitigar el impacto del calentamiento global. Este ejemplo de integridad y compromiso con el bienestar social, representa importantes valores sociales que están por encima de las justificaciones económicas, ya que Colombia emite nada más el 0,42% de las emisiones de CO2 de todo el mundo. Pero eso no quita que sea uno de los más vulnerables ante el cambio climático.

En total, en este momento se están llevando a cabo 23 proyectos que suman 190.000 millones de pesos para cambiar el modelo energético de Colombia a uno que aporte equidad, sostenibilidad y modernidad a su sociedad. En el ámbito de la cooperación entre lo público y lo privado, han destacado proyectos como los de los supermercados Mercacentro, que han cubierto los tejados de sus instalaciones de placas solares para la generación de energía, o los árboles solares muy populares también en otros países como Argentina o México, que sirven de fuente de carga para dispositivos en ambientes urbanos y comerciales, y proporcionan WiFi gratuito.