Summit de IBM utiliza la IA para paliar el Covid-19

Uno de los objetivos para construir las dos supercomputadoras más potentes que existen según IBM, la empresa creadora, es ayudar a enfrentar los mayores desafíos del mundo mediante la Fórmula Uno de la informática: la supercomputación. Esta tecnología punta integrada en los sistemas Summit y Sierra, principales máquinas de Inteligencia Artificial del mundo, cuentan con una fuerza de 200 y 125 petaflops respectivamente para acelerar la búsqueda de soluciones por ejemplo, para el coronavirus. Aplicación a la que ya se están dedicando.

Esta capacidad se ha venido aprovechando en cuestiones tan importantes como la investigación contra el cáncer, la identificación de materiales de última generación y la comprensión de enfermedades. Respecto a este último punto, diversos grupos de científicos han combinado varias técnicas de IA que les han permitido identificar patrones en la función, cooperación y evolución de las proteínas humanas y nuestros sistemas celulares.

Unos indicadores que han generado mayor comprensión de fenotipos clínicos para acercarnos a la comprensión de padecimientos como el Alzheimer o afecciones cardíacas entre otras, informando sobre el descubrimiento de fármacos y cómo actuarán en el organismo tentativamente.

La velocidad a la que se está propagando el virus del covid-19 es vertiginosa, lo que está obligando a investigadores y científicos de todo el mundo a acelerar los procesos de investigación sobre la epidemia con el ánimo de reprimirla lo antes posible.

Así lo están aplicando para optimizar el proceso de búsqueda de medidas efectivas para combatir el coronavirus. El proyecto liderado por investigadores del Laboratorio Nacional Oak Ridge en EE.UU ha obtenido como resultado la identificación de 77 componentes potencialmente efectivos, capaces de unirse a las proteínas del virus con intención de combatir el Covid-19 a través de un proceso de simulación digital, después de que los algoritmos de Summit (equipado con un cerebro de inteligencia artificial) analizaran un total de 8.000 componentes, en apenas 2 días. Un trabajo de varios meses para una computadora tradicional.

Mediante este proceso se ha logrado obtener un marco para que los investigadores puedan focalizar un poco más sus esfuerzos para hallar la cura centrándose en estos compuestos concretos.

Los investigadores desarrollan el microorganismo en un entorno controlado y registran las reacciones que tiene ante diferentes compuestos y medicamentos. La simulación cuyos resultados se han publicado en la revista ChemRxiv, trataba de buscar componentes de drogas susceptibles de evitar que el virus infecte a las células huésped transmitiéndoles su material genético.

Según los hallazgos publicados, la supercomputadora modeló cómo diferentes compuestos podrían prevenir que el coronavirus se propague a otras células. Los virus infectan a las células huéspedes inyectándoles material genético en su interior usando un “pico” formado por proteínas. El trabajo de Summit es encontrar elementos que puedan unirse a ese material genético y potencialmente detener la propagación.

Los siguientes pasos son repetir estos cálculos o simulaciones a través de Summit ya con los compuestos seleccionados para ver cuáles son más efectivos en el pico del virus. Al mismo tiempo, en el laboratorio estadounidense Lawrence Lovermore se está usando la otra supercomputadora de IBM, Sierra, para ver qué tipo de anticuerpos son los más efectivos para atacar al virus y neutralizar sus efectos.